Según el funcionario policial, el acrílico de color de los semáforos es fácil de retirar, y esto contribuiría a que se sustrajeran en el lapso de 45 días unos 29 focos de semáforos en diferentes puntos de la ciudad, obviamente, en horas de la noche.
Pero lo mas llamativo de esto es que se desconoce totalmente el fin perseguido por los ladrones al hacerse de estos elementos, ya que es poco probable que puedan comercializarse de la misma forma que se suele hacer con otros artículos robados.