En algunas estaciones de servicio ya no se vende y en otras hay operativos de Tránsito

Si bien la ordenanza que establece un plazo de 60 días para que cada uno de los operadores de combustibles se vaya adaptando y adopte las medidas que considere más adecuadas fue votada por el Concejo el 5 de septiembre, fue promulgada por el Ejecutivo el 9 de septiembre. Por lo que el plazo comenzó a correr desde ese día. “Estaría venciendo el 9 de noviembre (próximo sábado) y por ende comenzaría a regir plenamente la prohibición”, indicó el vicepresidente del Concejo, Mariano Giampaolo.

No obstante, en la estación de servicio Shell ubicada en Catamarca y Urquiza, uno de los playeros indicó que ya no vendían nafta a los motociclistas sin casco. “Si vienen dos en una moto, los dos tienen que tener el casco”, manifestó. Asimismo, sostuvo que ya no circulan sin casco. “Esta mañana vinieron dos nomás sin casco”, añadió el empleado.

Al mismo tiempo, el playero sostuvo que no cree que haya problemas con los motociclistas que lleguen sin el elemento protector a los que no les despacharán nafta. “Si les hablás bien, no hay problema”, indicó. “Les explicás que hay una cámara y que me comprometés a mi y al patrón si les vendemos”, dijo señalando un dispositivo de vigilancia ubicado encima de los surtidores.

Justamente, en el artículo 2º de la ordenanza se manifiesta que “el propietario, empresario y/o titular, gerente o encargado de Estaciones de Servicio y/o expendedoras de combustible que venda y/o cargue combustible en su establecimiento, en contravención a lo previsto en el artículo primero de la presente, será sancionado de la siguiente forma: a)- Primera infracción se aplicará una multa de 5 a 30 juristas. b)- En caso de reincidencia se aplicará multa de 31 a 100 juristas y clausura del establecimiento de uno a treinta días”.

Las dudas surgen sobre la aplicación de la ordenanza en las estaciones ubicadas en zonas más alejadas, donde circula la mayor cantidad de motociclistas y, paradójicamente, se ven menor cantidad de cascos. Para que no queden dudas que la norma se debe respetar en toda la ciudad, la Dirección de Tránsito comenzó por controlar la entrada y salida en las estaciones ubicadas en las intersecciones de La Pampa y San Lorenzo, Tala y Vélez Sarfield y Diamante y Presidente Illía (ex ruta 4). Como resultado de los controles, se levantaron 19 motos a la mañana y otro tanto en horas de la tarde. Desde Tránsito aseguran que los operativos seguirán en los próximos días pero no tienen personal para controlar a todas las estaciones al mismo tiempo por lo que deben priorizar los lugares donde realizarlos.

No es casual comenzar por la zona noroeste de la ciudad. Para darse una idea de la cantidad de motos que circulan, en dos de las estaciones mencionadas (donde hay surtidores exclusivos para motos) se calcula que cada una expende entre 2.500 y 2.800 litros por día para llenar tanques que no pasan de los cinco litros de capacidad. Un cálculo conservador revela que ingresan medio millar de motos por día.

Giampaolo explicó que la municipalidad, a través de la Dirección de Tránsito, debía llevar a cabo una campaña de concientización durante 60 días. ¿Se está llevando a cabo la campaña? “Tengo entendido que el director de Tránsito está llevando a cabo una distribución en los distintos puntos de venta de afiches que van a ir colocados en las estaciones y de folletería que estaba distribuyendo personalmente en cada uno de los establecimientos”, indicó.

No obstante, en las tres estaciones de servicio consultadas, la Shell de Catamarca y Urquiza, y las dos YPF, Catamarca y Pellegrini y Corrientes y Pellegrini, no había volantes ni folletos de ningún tipo para entregar a los motociclistas. El único elemento visible que forma parte de la campaña eran algunos afiches pegados en los surtidores.

En la última YPF mencionada, el Automóvil Club Argentino, uno de los playeros sostuvo que ya no vendían combustible a los motociclistas sin casco. “Tenía entendido que hoy comenzaba la prohibición. Y si viene con otra persona que no tiene casco, el acompañante se tiene que ir allá enfrente a esperar que les cargue nafta”, dijo señalando en dirección a la esquina.

Al mismo tiempo, desde la estación reclamaron más seguridad en horas de la noche para prevenir cualquier incidente con los motociclistas, más aún teniendo en cuenta el asalto que sufrió uno de los playeros el 17 de octubre pasado. Esa madrugada, una pareja llegó en una moto y le robó la recaudación al empleado. “No sabés como le dejaron la cara, le pegaban patadas en el piso, lo salvó un remisero”, dijo el playero. Los delincuentes fueron atrapados al reventar una de las ruedas de la moto cuando escapaban por efectivos de la Comisaría 1º en la zona de Carriego y Moreno.

Para Giampaolo, hay una cuestión cultural que subyace a la falta de utilización del casco y es inexplicable. “Es como que nos acostumbremos a andar sin freno y nos enojemos porque nos exigen andar con frenos”, señaló. Asimismo, puntualizó que circular sin casco aumenta en un 50 % las posibilidades de fallecer o padecer lesiones gravísimas en caso de sufrir un accidente. El edil trabaja en un estudio jurídico que atiende casos de personas que padecieron algún accidente y aseguró que son “espantosos los daños neurológicos y las secuelas incapacitantes”.

Por ello, apuntó a que la medida apunta a generar conciencia del uso del casco para que salven sus vidas o no padezcan secuelas irreversibles y no a quitarles la moto. “Ya se han quitado cientos de motos”, indicó el edil.

La medida apunta a masivizar el uso del casco, cuestión que a esta altura escapa a la posibilidad del municipio mediante los controles habituales en la calle que realizan los inspectores. “Con records de venta y de patentamiento de motos nuevas no hay controles que alcancen y de hecho ya se han completado dos galpones con motos secuestradas. Eso habla de la cantidad de controles que se han hecho”, señaló Giampaolo.

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