Justamente, el Tribunal Oral en lo Criminal Federal de Santa Fe condenó el viernes 11 de mayo de 2018 a dos altos oficiales de Gendarmería Nacional que dirigieron entre 1976 y 1979 la cárcel de máxima seguridad de Coronda. El comandante Adolfo Kuschindochi, deberá cumplir una pena de 22 años de reclusión en tanto su par, Juan Ángel Domínguez, 17 años. Ambos fueron acusados por los homicidios de Raúl San Martín y Luis Alberto Hormaeche y por haber implementado un régimen carcelario de “tormentos agravados” contra los presos políticos que pasaron por ese centro de detención durante la última dictadura cívico-militar. https://www.agenciapacourondo.com.ar/ddhh/santa-fe-un-juicio-historico-que-reconoce-coronda-como-campo-de-concentracion
Si bien la Asociación Civil de ex detenidos políticos “El Periscopio”, en tanto parte querellante, había solicitado la prisión perpetua, la condena hecha pública el viernes 11 de mayo en el Tribunal Oral Federal (TOF) de la capital provincial fue considerada como “muy significativa” e “histórica”. En particular, por sancionar las violaciones carcelarias más de cuarenta años después.
La decisión del Tribunal reconoce que los “crímenes de lesa humanidad son imprescriptibles”, evaluó Alfredo Vivono, ex preso de dicho penal y presidente de “El Periscopio”. Desde lo político y emocional, “este fallo constituye una reivindicación para todos los que estuvimos en la cárcel de Coronda, y muy fundamentalmente, para los que hoy no están. Sea porque perdieron la vida dentro del penal o bien porque han fallecido después. Algunos de estos compañeros padecieron graves trastornos producto de la detención”, recordó a manera de homenaje.
La sentencia reconoce que existió el objetivo de “aislar y aniquilar a los presos políticos”, enfatizó Lucila Puyol, abogada que integró el equipo jurídico que representó a “El Periscopio”.
En la cárcel “la tortura era absoluta” y se trató de un “campo de concentración” de opositores a la dictadura, señaló el fiscal de la causa Martín Suárez Faisal, luego de conocida la condena, a Rosario/12, suplemento del periódico argentino Página/12.
El fiscal, que había solicitado 25 años de prisión para el comandante Adolfo Kushidonchi y 20 años para el comandante Juan Ángel Domínguez, logró probar que en Coronda se implementó un “plan de destrucción física y psíquica”. Como orgullosamente afirmaba uno de los acusados en ese momento, “de acá van a salir muertos o locos”, recordó el fiscal en esas declaraciones de prensa.
Y fundamentó su pedido de “tormentos agravados”, en la intención de los directores de “torturar a sus prisioneros”, insistiendo en la premisa que de Coronda iban a salir muertos o locos. “La muerte por tortura era una posibilidad y ellos la aceptaron como tal”, afirmó Suárez Faisal.
Uno de los sobrevivientes, Francisco Klaric, al declarar en el juicio a dos ex jefes del penal, asoció las torturas a dos hechos: el golpe del «76 y después, cuando la Gendarmería se hizo cargo de la cárcel. «El régimen se puso insoportable. No teníamos ninguna posibilidad de que entendieran que éramos seres humanos», dijo. A los jefes del penal, Octavio Zirone (ya fallecido) y a su segundo, Kushidonchi «les costaba conseguir gente dispuesta a degradarse en la violencia, esa corrupción que implica la inmoralidad de agredir a una persona. Transformaron al agente penitenciario en un torturador», planteó. «Nos aislaron. Estábamos a merced de los carceleros, que eran dueños de hacer con nosotros lo que quisieran: golpearnos, meternos en los «chanchos»», como llamó a los calabozos de castigo. https://www.pagina12.com.ar/84809-un-objetivo-militar