La intención de los autores de la iniciativa es que el aumento se abone a los 2000 empleados municipales durante los últimos tres meses del año, y por fuera de los cajeros automáticos para evitar los descuentos. La iniciativa hasta ahora surgió de los propios trabajadores municipales ante “la quietud y la falta de presencia de los gremios”, recalcó Valdez. Pero descontó que los sindicatos manifestarán su adhesión en los próximos días.
La categoría mínima de un empleado municipal contempla un sueldo básico de $ 649, y de bolsillo $ 848. En consecuencia, si el Ejecutivo acepta el requerimiento, el sueldo mínimo superaría los $ 1000. Valdez enfatizó que muchos empleados perciben sólo una parte de su sueldo como consecuencia de los descuentos que realizan las mutuales.
Hace algunos meses, los sindicatos acordaron aumentos escalonados de $ 50 “en negro” cada seis meses. Valdez señaló que esas sumas son insuficientes porque no se preveía el efecto inflacionario de los últimos seis meses. En octubre se prevé un aumento de $ 25, y para el empleado esa suma sólo alcanza para “un kilo de tomates y un kilo de papas”.
El empleado no desconoció que el municipio se encuentra en una etapa de transición. De hecho, el secretario de Hacienda, Álvaro Sierra, dijo ayer que el aumento es “inviable” y que “una gestión que está terminando no puede tomar la decisión de aumentar 200 pesos”. Pero Valdez dijo que el próximo intendente, Gustavo Bordet, está al tanto de la solicitud.
Además, señaló que se trata de una “decisión política” porque últimamente observaron varias modificaciones del presupuesto municipal. “Si ellos quieren lo pueden dar”, expresó.
Calculó que ya reunieron cerca de 250 firmas. Hay 12 planillas distribuidas en Servicios Públicos, Taller Municipal, Dirección de Tránsito, Salud, Cultura, Turismo, Vivero y la Terminal. A mediados de la semana que viene estiman que reunirán una cantidad de firmas suficientes como para llevarlas a Mesa de Entradas. “Esperaremos una respuesta del intendente”, indicó.
