Las fotografías muestran las familias antes y después de las desapariciones durante la última dictadura en los mismos espacios físicos, con lo cual remarcan la ausencia de quienes ya no están. La muestra estará a disposición del público en la Casa de Entre Ríos en Buenos Aires hasta el 3 de abril.
Desde ese lugar, se estableció una comunicación vía videoconferencia con el autor de la muestra, Gustavo Germano, quien recibió a través de uno de sus familiares un presente en reconocimiento por su labor. Luego se proyectó “Verdades Verdaderas” del director Nicolás Gil Lavedra, una excelente obra cinematográfica que narra la vida de Estela de Carlotto.
El gobernador Sergio Urribarri le expresó a Germano su “sincero orgullo” porque la obra sea de la autoría de un entrerriano y que se realice en la Casa de Entre Ríos. Aseguro también que cada vez que la ve “nos sigue sensibilizando desde el alma, el arte y la vida, sobre la real dimensión de los que fueron los años de plomo en Argentina”. Rescató a su vez, que eso “contribuye a mantener bien firme la memoria, para que nunca más nos suceda o corramos el riesgo que pase lo mismo”.
“Muchos argentinos pueden ver en imágenes las ausencias”, recalcó. Dijo además, que algunas fotografías le traían “recuerdos muy especiales” y mencionó a modo de ejemplo la foto de Raúl y Lucy Caire junto al padre Andrés Servín, a quienes conocía. “Cuando Raúl desaparece, yo tenía 13 años”, relató y agregó que aún muchos años después “don Carmelino Caire seguía esperando que llegara en algún colectivo o en algún tren. Y Raúl nunca más volvió. Con Lucy somos compañeros de militancia. Ver esa foto de ella sola nos conmueve. No es posible construir un país distinto sin memoria”.
Germano, por su parte, agradeció a las personas que trabajaron para hacer posible la muestra, detallando luego los lugares donde fue exhibida, así como también la posibilidad de realizar una experiencia similar con los desaparecidos de Brasil. “Me sumo a esta visión de la memoria contemporánea, de la acción, de actuar. Es la mejor manera de alimentar la memoria con una perspectiva de futuro”, asumió.
La titular de Asociación de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, consideró que mirar cada una de las fotos “con la presencia y la ausencia, es tener viva en la imagen lo que nos hizo la dictadura”. Indicó igualmente que al haber sufrido la desaparición de su hija y mirando las fotos que tiene de la familia completa, no se imaginaba “sacarla de esa imagen. Es tener la visión real de lo que nos quitaron”.
“Una dictadura nunca puede borrar la maternidad”, afirmó, tras lo cual dijo que “estos depredadores pretendieron arrasar con los que pensaban distinto a su proyecto económico. Creyeron que nuestra fuerza se iba a acabar porque nos habían arrancado parte del corazón. No nos acobardó el miedo, la fuerza del amor pudo más”. Manifestó a continuación su felicidad porque esa historia se está “conociendo y escribiendo”.
Remarcó que seguramente en nuestra provincia hubo muchas personas que conocimos y ahora no están. “Ahí falta siempre alguien, pero la dictadura no le quitó la fuerza a la sociedad argentina para seguir luchando. Hay un pueblo que no bajó los brazos y por eso estamos acá”, dijo. Sostuvo a su vez que sólo quedan “unos pocos” que no comparten esta “escritura de la historia completa, porque les toca el bolsillo. Combaten la democracia con mentiras. Por eso es una satisfacción para nosotras saber que los jóvenes están, para el día que no estemos continúen la lucha. Hubo un hombre que los ayudó a tener dignidad: Néstor”.
Acompañaron al gobernador y a Estela de Carlotto, los ministros de Cultura y Comunicación, Pedro Báez, y de Turismo, Hugo Marsó; la secretaria General y de Relaciones Institucionales de la Gobernación, Sigrid Kunath; los legisladores nacionales, Pedro Guastavino, Liliana Ríos y Elsa Diaz, y provinciales, José Allende y Daniel Ruberto; el nieto recuperado y diputado nacional por la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Juan Cabandié; el secretario de Juventud, Lautaro Gervasoni; la directora de la Casa de Entre Ríos, Carolina Gaillard, y el subsecretario de Derechos Humanos de la provincia, Julian Froidevaux; entre otras autoridades.