"Yo quería ser olímpico, y para ser olímpico hay que terminar la prueba", dijo al finalizar la carrera. A los 30 kilómetros comenzaron los calambres, "tenía acalambrada hasta la boca" pero "había que llegar como pueda". Y lo hizo agitando la bandera celeste y blanca al cruzar la línea de meta, aplaudido por todo el país, y emocionando a todo los concordienses, a aquellos que lo vi
Bruno dio sus primeros pasos, deportivamente hablando, en las "Pruebas de Calle" y las maratones barriales que impulsó la Asociación Concordiense de Atletismo, presidida en ese entonces por el actual intendente local, con el apoyo del municipio. Una década después, y tras haber ganado en varias oportunidades la Maratón de Reyes, el concordiense llegó a vivir el sueño de todo atleta: participar de los Juegos Olímpicos.