En los considerandos de la nota, conforme surge de los expedientes de referencia, se señala que “desde el mes de marzo del año 2019 –es decir, desde hace dos años y 9 meses-, un grupo de vecinos y vecinas del Barrio “Parque Río Uruguay” se encuentran realizando reclamos administrativos tendientes a que el Municipio tome intervención y resuelva efectivamente la afectación a su salud, tranquilidad y buena convivencia, así como también al entorno ambiental, causado por los eventos y fiestas realizados en EME Multiespacio.
“Independientemente de la resolución que se adopte, se considera de fundamental importancia que el Presidente Municipal, junto con las autoridades municipales que considere pertinentes, pueda concretar una audiencia con los y las vecinos y vecinas, a fin de escuchar personalmente el reclamo que en el mes de marzo de 2022 cumplirá tres años”.
“Asimismo, por la época del año en que nos encontramos resulta necesario que la reunión se concrete lo más pronto posible ya que es un momento en que se suelen organizar eventos y celebraciones de distinto tipo; lo cual seguramente ocurrirá en EME Multiespacio”, remarcó.
Hace dos años, un grupo de vecinos del barrio ribereño ubicado en cercanías del emprendimiento cuestionado comenzaron a reclamar públicamente ante la falta de respuestas claras desde la municipalidad respecto de la música elevada durante los eventos que se realizan en ese lugar los fines de semana. “Nos referimos puntualmente a la explotación que se realiza en Eme, la que ha alterado la calidad de vida y el medio ambiente en que vivimos, como consecuencia de la contaminación sonora que produce”, indicaban en una nota.
En la nota los vecinos recuerdan que el 1º de febrero de 2019 había quedado sin efecto la habilitación precaria que otorgó el municipio por la vía de la excepción para el funcionamiento de Eme y resulta incomprensible que las actividades continuasen. “La habilitación precaria de por sí es cuestionable teniendo en cuenta que dicho espacio de eventos y fiestas al aire libre con música está localizado dentro de la zona de la ciudad denominada UR5 –Urbana Residencial Parque, que según el Código de Ordenamiento Urbano no contempla dicha actividad, o bien es incompatible con la vida residencial y la naturaleza”, señalaban.
“Nuestro interés es esencial y básico: recuperar nuestra calidad de vida y preservar el medio ambiente ribereño afectados por esta situación irregular. Por ello hemos recurrido a quienes nos representan para así dar curso a una acción que, entendemos, solo debería tener un único desenlace, hacer respetar las normas”, indicaron.
En una sesión efectuada este año, a fines de noviembre, el concejal Juan Domingo Gallo (Frente de Todos), se hizo eco del reclamo y fue quien presentó la nota, manifestando que escuchó a los vecinos y se encontró con una situación tremenda. “No pueden descansar y eso está afectando realmente su salud, y su convivencia. El estado municipal lo constató en diversas ocasiones. Recientemente la señora Emma Carmona constató hasta 60 o 61 decibeles dentro de un domicilio”, dijo Gallo. “Es tal la desesperación que muchos vecinos han tenido que realizar reformas, cambios de aberturas por algunas más herméticas para que no ingrese el ruido, incluso poniendo doble vidrio, pero no han dado ningún resultado” señaló el edil
