Este peregrino político de la derecha foránea pregonaba junto a Macri que los bienes de Argentina son para todos los argentinos y no para el uso incorrecto de los funcionarios. Sin embargo, luego de cuatro años de gestión, no podemos menos que señalar que los bienes de Argentina fueron para el uso de unos pocos privilegiados del gabinete nacional al que pertenecía. Que trabajó incansablemente sí, pero para beneficio de los sectores privilegiados, que nos llevó a un sistema económico basado en la desigualdad, dejando una crisis devastadora, que deterioró las condiciones sociales en cuanto a la pobreza e indigencia a millones de argentinos.
Frigerio, que ejerció poder en la era de la hipocresía, del cinismo, el odio y la miseria macrista, quiere mantenerse alejado de toda responsabilidad de las consecuencias y las derivadas sociales de sus actos y decisiones. Por ello, muestra patéticos intentos orientados a esconder tras rebuscados virajes explicativos, las duras e injustificadas medidas adoptadas en el orden económico y social.
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La cobertura del debate político en víspera de la elección del 14 de noviembre, por parte del periodismo de derecha, tiene como claro objetivo que la gente consuma análisis de muy bajo nivel. Los elementos que componen el debate no tienen la refinería de calidad informativa para adecuarla a las necesidades que tiene el pueblo en este momento. Lamentablemente son muchos en el periodismo que negocian la calidad de información en temas centrales.
Interesante recordar cuando Elisa Carrió, en el contexto de la interna, dijo: “Abran los ojos entrerrianos con Frigerio, que con la mentira lo vas a traicionar”. Lo que desnuda, de alguna manera, la mentira como guión electoral de este personaje. Además, cuando verbaliza: “Frigerio esconde muchas cosas”, le está diciendo a los entrerrianos que el fingimiento y la política siempre caminaron juntas con el candidato. Son compañeras de viaje y no se estorban.
Si nuestro periodismo, entrerriano en particular, pusiera en práctica lo que el gran maestro y referente moral del periodismo, el polaco Ryszard Kapuściński decía: «el trabajo de los periodistas no consiste en pisar las cucarachas, sino en prender la luz, para que la gente vea cómo las cucarachas corren a ocultarse”, seguramente la gran mayoría de los entrerrianos abriría los ojos y sabría lo que se OCULTA de ROGELIO FRIGERIO.
Frigerio oculta cómo acompañó a Macri en el endeudamiento tremendo a lo que nos sometieron. Macri admitió ayer: “La plata del FMI la usamos para pagar a los bancos comerciales que se querían ir porque tenían miedo de que volviera el kirchnerismo».
¿Frigerio no sabía para qué pidió la plata el gobierno al FMI? ¿No sabía que a través de los bancos se iban a fugar los 44 mil millones de dólares por parte de los sectores más concentrados de la economía, de los cuáles muchos son amigos de ambos? ¿Con qué autoridad moral le puede decir a Alberto Fernández que “no hace nada para enfrentar los problemas si él contribuyó a agravar los problemas estructurales en vez de resolverlo? Lo clarifica cuando dice “Esta vez no hay más lugar para el gradualismo”. Entrerrianos eso quiere decir, ajuste, flexibilización laboral, más miserias al pueblo. Está muy claro que lo que quiere hacer en el Congreso es seguir con las mismas ideas.
Llevó a las provincias a endeudarse externamente como mecanismo constante. Acompañó (sin decir absolutamente nada) todas las medidas dirigidas a aumentar la rentabilidad de los grandes ganadores que son los sectores más concentrados del capital como bancos transnacionales, empresas extranjeras, entidades vinculadas a la energía, el sector financiero, el agroexportador. Acompañó sin chistar la dolarización de las tarifas de luz, gas y agua que produjo un incremento que superó el 2300%. Marcelo Mindlin (Edenor) y Nicolás Caputo (Edesur) sus amigos, la levantaron en pala. Acompañó, con su silencio, el odio como un factor político estructurante.
Acompañó, promovió y militó la ley 27.260 (Reparación Histórica) mediante la cual se verían beneficiados 2.400.000 jubilados por el reajuste de salario siempre y cuando renunciaran a las acciones legales que hubieran iniciado y se comprometieran a no iniciar futuras acciones: Los números reales demostraron que sólo 70 mil jubilados se beneficiaron con la nueva Ley y que la mayoría no obtuvo un incremento relevante en su haber. ¿De dónde salieron los fondos, Frigerio? De un escandaloso blanqueo de capitales que en lugar de ir a parar a las arcas del sistema previsional fueron para pagar la reparación histórica y sirvió para que los familiares del presidente Macri pudieran blanquear los capitales fugados a lo largo de varias décadas. En resumen, el 90 % de los jubilados pagó la reparación al 10% de los jubilados con los fondos del sistema, en lugar de pagarla el Estado a través del Tesoro Nacional.
Macri y Frigerio llegaron al gobierno, con sus dogmas y teorías, para hacer una nueva historia. Pero todo lo que tocaron destrozaron.
Asumieron con un 29% de pobreza y se fueron con 43%. Argentina termina 2019 más pobre, más frágil, más vulnerable que en 2015 y que en 2011. Los niveles de actividad económica fueron inferiores a los de 2015 y casos sectoriales de fuerte caída en la comparación a cuatro años, como la industria, el comercio y la construcción. El comercio también terminó muy mal a partir de la pérdida de poder adquisitivo de los salarios, deterioro vinculado a una inflación que se fue descontrolando cada año hasta finalizar el 2019 en el orden del 53,8%, el nivel más alto desde 1991.
Con una dosis de hipocresía, hace un par de días, les dijo a los concordienses que desde el Congreso trabajará para la generación de empleos formales potenciando la industria y las Pymes. El periodismo allí presente no le reflejó que él acompañó a Macri a dejar de lado el sector industrial y las Pymes para priorizar la reprimarización de la matriz productiva y dio primacía al sector financiero, cerrando casi 25.000 empresas Pymes que llevó a destruir 280.000 puestos de trabajo formales. Los derechos de trabajadores y trabajadoras se vieron ampliamente vulnerados, llevando la precarización como modelo central de desenvolvimiento del denominado mercado laboral. La desocupación la llevaron a dos dígitos, lo que hizo que proliferen modalidades laborales propias de los fines del siglo XIX.
Nadie desde el periodismo le recordó que él no puso reparos cuando Alfonso Prat Gay, primer ministro de Economía macrista, dijo “Los trabajadores tendrán que elegir entre ganar más o mantener el empleo… ¿Hasta qué punto pueden arriesgar salarios a cambio de empleos?” Para muchos trabajadores no sólo era imposible ganar más. Ni siquiera ganar algo, porque perdieron el empleo.
Lamentablemente debemos asumir que la sociedad es compleja y crispada, donde los surfers de la política como Frigerio, con cierta astucia y acompañado por un sector del periodismo que perdió conexión con la sociedad profunda, están haciendo su negocio.
La verdad, en política, son los hechos y nada más que los hechos. No hay “verdades políticas”.