"Se cayeron 60 mil productos de los que habitualmente venden en Rosario y eso significa un mes y medio de producción, explicó el secretario general del gremio en Rosario, Antonio Donello, y añadió: "Buscamos una alternativa para que la empresa no suspenda a nadie y acordamos el adelantamiento de 21 días de vacaciones". En el último año, la fábrica había despedido a 80 trabajadores. En junio, el gremio firmó un acuerdo con la patronal, en el que se pactaba que no habría despidos hasta fines de 2018, pero la situación siguió complicándose y derivó en la medida anunciada este lunes.
En tanto, La compañía aclaró que continuará abonando los sueldos al 100 por ciento y que con esto pretende ahorrar costos de operación innecesarios y evitar el exceso de stock de unidades producidas, ya que la demanda se derrumbó. “Para la gente es molesto tener que tomar vacaciones ahora, porque cualquiera prefiere hacerlo cuando sus hijos están en el receso escolar de verano, o para las fiestas de fin de año, pero bueno… en este escenario de crisis, esto es lo menos malo”, manifestó por su parte el abogado del gremio metalúrgico local, Pablo Cerra.
Además, sostuvo que “lo grave y preocupante es que esta decisión se funda en la caída abismal de ventas que hay. La cuerda se terminará cortando en algún momento y estamos preocupadísimos por los trabajadores, los que menos resto tienen para aguantar la crisis”, señaló. “Nosotros hacemos cargo a los empresarios, que son la patronal, pero tampoco podemos taparnos los ojos y desconocer la realidad. Esto no es crisis de una sola empresa, es una crisis de actividad: carroceras, línea blanca, fundiciones, todas atraviesan un momento desolador”, agregó.