El verdadero déficit de Obras Sanitarias

Solo uno de cada cinco hogares tiene medidor de agua.

Una nota de la BBC (https://www.bbc.com/mundo/vert-fut-39699793) cita un estudio dirigido por la NASA, donde se establece que “muchas de las fuentes de agua dulce del mundo están siendo drenadas más rápido de lo que se están reponiendo. De las principales reservas acuíferas del mundo (yacimientos subterráneos llenos de grava y arena), 21 de 37 están disminuyendo, desde India y China hasta Estados Unidos y Francia. La Cuenca del Ganges se está agotando en un estimado de 6,31 centímetros cada año, debido a la población y las demandas de riego. Jay Famiglietti, científico experto en agua de la NASA, advierte que ‘la capa freática está cayendo por todo el mundo’. ‘No hay un suministro infinito de agua’, dice”.

No son fenómenos que sucedan del otro lado del planeta sin ninguna consecuencia en el país. En enero pasado, el río Paraná padeció un descenso histórico, desde marzo de 2021 con niveles que no se registraban desde 1944, que provocó cambios en la vida ambiental, económica, productiva y social de ciudades que están a la vera del agua.

En marzo de este año, sucedió algo similar en el Río Uruguay. Desde el Instituto Nacional del Agua (INA) advirtió que la situación sobre el río Uruguay, con una bajante tan pronunciada no se registraba desde al menos al menos unos 100 años. Dos meses antes, en enero, se había declarado la emergencia hídrica en la ciudad debido a la ola de calor y las dificultades para suministrar agua en todos los barrios.

El problema no es la generación, más allá de que en ocasiones se deben correr las bombas de extracción cuando desciende el río a niveles mínimos. Vanesa Leonardelli, responsable del Obras Sanitarias, indicó a DIARIOJUNIO que el promedio de producción de la planta potabilizadora es de 600 litros por habitante. Es seis veces más que lo que establece la OMS como mínimo para que una persona pueda satisfacer sus necesidades diariamente.

Leonardelli explicó que los medidores corresponden a la instalación interna del hogar. Vale decir, que los propietarios son los responsables de colocar el aparato. Obras Sanitarias hace la recomendación más que nada en las conexiones  nuevas de agua. “Obviamente que en el tramite ya se le exige la obligatoriedad del medidor”, indicó. También se les exige a los comercios que tienen al agua como insumo indispensable llámese lavadero de auto o de ropa. Y la obligatoriedad se extiende a las viviendas que tienen una pileta de natación que, además, debe ser declarada en la repartición.

Pero hay un universo previo a la ordenanza de instalaciones antiguas que siguen sin medidor. En números concretos, hay 9.000 medidores instalados y registrados y otros 1.000 más pertenecientes a las viviendas del IAPV que están en trámite para su regularización. O sea 10.000 medidores. No obstante, la ciudad tiene cerca de 50.000 conexiones de agua. “Más o menos, es un 25 % del total de las conexiones”, precisó. Uno de cada cinco hogares.

¿Es muy cara la instalación? Acudiendo a alguno de los sanitaristas inscriptos en Obras Sanitarias, el costo de la instalación y materiales (un medidor homologado con cuerpo de plástico –los más antiguos de bronce son objeto de robos constantes- ronda los $ 4.000) superan los $ 10.000, estimó Leonardelli.  Para los jubilados hay un plan aparte que contempla como gasto total, entre materiales y mano de obra, $ 5.000 que se puede pagar hasta en 10 cuotas fijas de $ 500.

No obstante, el costo del aparato y la instalación, el resultado es beneficioso a largo plazo. Quienes carecen de medidor hoy pagan más que quienes tienen el mismo. En 2018, la concejal Magdalena Reta de Urquiza (JxC) explicaba a DIARIOJUNIO, ante la preocupación de los vecinos por un aumento de la tasa de servicios sanitarios ocurrida ese año, que quienes no cuentan con el medidor de agua están pagando prácticamente el doble por el servicio de agua”. “En cada factura se encuentra un primer componente TSS Agua, que es una alícuota sobre el valor fiscal del inmueble. Lo que quiero destacar es que esta alícuota es mayor para quienes no cuentan con medidores de agua: A modo de ejemplo una vivienda familiar (Categoría A I) tienen una alícuota para la zona I de 0.088  %, en cambio si esta vivienda cuenta con medidor la alícuota disminuye a 0.066%, es decir un 25% menor”. “A su vez el segundo componente de la factura es TSS Cloaca, que es en todos los casos el 50% de lo abonado por la TSS Agua”. “El tercer componente aparece (para quienes no cuentan con medidor) TSS REC S/AGUA, y es el recargo por no contar con el medidor que es, para una vivienda familiar, otro 50% sobre el valor de la TSS Agua”, indicaba.

Sin embargo, Leonardelli sostuvo que el 40 % de la población paga regularmente la tasa de agua (puede que deban un mes o viene pagando atrasado o están en alguna moratoria) y de ese total, solo 1.000 contribuyentes están al día completamente al día: un porcentaje ínfimo. Por ende, el 60 % de los usuarios deben más  más de dos cuotas de la tasa. La delegada de Obras Sanitarias indicó que ahí se ve la responsabilidad del usuario. “Si bien es una empresa pública, no toman  en cuenta el sentido de responsabilidad más que un porcentaje mínimo que lo lleva al día. Otros no podrán y a otros no les interesa”, sostuvo.

 

Informe: Guillermo Coduri

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