Desde el plano de lo retórico todos los concordienses deseamos “de todo corazón” un desarrollo urbanístico integral y transparente, que tenga por finalidad el desarrollo de una ciudad mas justa, equitativa y protectora del medioambiente.
En el plano de lo real la cosa no es tan así. Es un poquito mas compleja. Lo cierto es que no se va a poder lograr el desarrollo deseado sin una presencia del municipio que desenvuelva sus capacidades para regular el desarrollo urbanístico. De hecho el municipio regula la cuestión, pero lo cierto es que la actual regulación es insuficiente.
Hoy en día, las actuales regulaciones abordan cuestiones urbanísticas de la ciudad, pero no logran regular el mercado inmobiliario, es decir el mercado del suelo, que es justamente el escenario en el que pocos concordienses se benefician, y muchos concordienses pagan esos beneficios, promoviéndose de ese modo una sociedad mas fracturada y con menor infraestructura social.
El sistema de concentración inmobiliaria funciona así: Pedro ha logrado acumular mucho dinero. Pablo, no. Pedro analiza hacia donde crece la ciudad, y entonces compra terrenos en áreas suburbanas por $ 5 el metro cuadrado. Al cabo de 10 años de crecimiento demográfico, esos terrenos pasan a ser calificados como de suelo urbano y existe una gran demanda sobre esos terrenos, se amplía el ejido urbano, Pedro los lotea y luego se los ofrece a Pablo a $ 300 el metro cuadrado. Pablo, finalmente se los compra a $ 280.
Es decir, con dicho esquema se profundiza la fractura social y se dificulta el acceso a la vivienda, a la vez que se produce una ganancia con la mera especulación inmobiliaria, cuyo fundamento reside simplemente en tener mayor posición económica y poder esperar diez años a una tasa de rentabilidad extraordinaria. Los valores no son reales, pero este es el esquema de funcionamiento actual. Todos queremos ser Pedro, pero lo cierto es que la mayoría de los concordienses somos Pablo, y que este sistema no es justo, no es sustentable, y atenta contra el desarrollo socioeconómico de los concordienses.
Desde CEDESCO estamos trabajando en un proyecto que promueve terminar con estas inequidades a través de una regulación municipal eficiente, mediante la creación de un tributo encaminado a desalentar la especulación inmobiliaria y a capturar parte de la renta urbana diferencial y extraordinaria. Lo recaudado va a estar destinado al desarrollo de infraestructura social. A su vez, esto se inscribe en un proyecto general que procura desalentar las inversiones especulativas, y fomentar las inversiones productivas, aquellas que generan trabajo e integración económica para los concordienses.
Para poner blanco sobre negro, es preciso decir con claridad que esta problemática está presente en la enorme mayoría de los municipios argentinos. Es por ello que la Secretaría de Asuntos Municipales, del Ministerio del Interior de la Nación, está trabajando sobre esta cuestión, promoviendo diferentes formas de regulación municipal de esta problemática. La herramienta que estamos promoviendo ya ha sido utilizada por los municipios que tomar en serio un modelo de equidad y justicia social.
No se trata de un encono especial contra el inversor inmobiliario, de lo que se trata es de generar un marco para el desarrollo con inclusión, de empezar a implementar políticas económicas dentro del ámbito municipal, para desalentar las inversiones especulativas, y fomentar las inversiones productivas, aquellas que generan trabajo e integración social.
Y los sistemas tributarios municipales son herramientas de políticas económicas sumamente eficientes para direccionar el desarrollo socioeconómico de nuestra ciudad.
Pero lo importante de todo esto no es ni la problemática en sí, ni el proyecto que bien o mal pueda elaborar CEDESCO, sino el compromiso colectivo, de organizaciones sociales, partidos políticos, y gobierno local, de apoyar y contribuir a estas propuestas.
Bajo la consigna de que tenemos que terminar con la fractura social y económica de la sociedad concordiense. Y que para lograrlo se precisa trabajo, transparentar los debates, poner la política de cara a la sociedad, dejar atrás las posiciones conservadoras y mezquinas, y abrir el ideario local hacia una sociedad mas justa y cohesionada.
*CEDESCO (Centro de Estudios Para el Desarrollo Social de Concordia)