Otro ejemplo lo constituye el congestionamiento de autos en la zona céntrica. Las calles ya quedaron angostas y no hay una avenida central que cruce el centro de sur a norte que desagote el tráfico. Por ello, hay atascos en horas pico ya sea por los semáforos o por cortes de calle debido a reparaciones u obras de edificación, en determinadas calles centrales por la que también circulan los colectivos que frenan en el medio de la calle con vehículos estacionados a la izquierda dejando sin lugar para pasar a los que vienen detrás.
La decisión de generar más controles para el estacionamiento medido parece haber despejado el problema, pero, al mismo tiempo, en realidad solo lo trasladó unas cuadras más lejos donde se hace difícil estacionar en horario de comercio. Y ampliar el radio del estacionamiento medido solo corre el problema hacia afuera, no lo soluciona.
Una alternativa real es comenzar a gestionar la construcción de playas de estacionamiento o la mejora del servicio de trasporte público para desalentar el uso de automóviles. Pero para ello, entre otras medidas, se requieren mejorar el estado de los colectivos y controlar mejor las frecuencias por fuera de los horarios de entrada y salida de los alumnos a los colegios.
¿Qué pasa con los carros y las motos? En febrero pasado se extendió el radio de prohibición de circulación de carros de tracción a sangre. Al norte, desde San Lorenzo "E" y su continuación San Lorenzo "O", al sur, Juan José Paso y 9 de Julio, al este, Lamadrid y al oeste avenida Humberto Primo. No obstante, los caballos siguen sufriendo el maltrato fuera de esos límites y, a veces, dentro dado que es posible verlos en la zona vedada. Nuevamente la realidad se mostró compleja. El coordinador de la Dirección de Tránsito, Walter Báez, reconocía que había aumentado la cantidad de vehículos de tracción a sangre seguramente por el deterioro de la situación social que vive el país.
Respecto de las motos, los operativos constantes y la puesta en marcha de la ordenanza que establece la prohibición de vender nafta en las estaciones de servicio a quienes circulen sin casco, influyó positivamente y ya no son mayoría los que circulan sin ese elemento de protección indispensable. Sin embargo, a diario, se suceden accidentes protagonizados por los vehículos de dos ruedas que terminan en lesiones serias para los conductores.
El tránsito en intersecciones riesgosas fue abordado en un informe sobre puntos negros (esquinas con tres o más accidentes en menos un año) elaborado en la Jefatura de Policía en 2012. Entre otros puntos, se mencionaba que avenida San Lorenzo en sus intersecciones con San Juan, La Rioja y Colón “los accidentes ocurren muchas veces, porque los conductores que deben ingresar o atravesar la avenida poseen la visibilidad reducida por los automóviles estacionados. En el desfasaje de calle La Rioja los conductores deben pensar tanto en el tránsito de San Lorenzo, como así también, en la maniobra que deben realizar para retomar la marcha por el tramo norte de la arteria a los efectos de sortear el desfasaje existente. Luego de evaluar la situación antes mencionada se recomienda para las tres intersecciones el cierre del parterre central con la continuidad de los cordones divisorios. De esta forma los conductores deberán continuar su marcha hasta una intersección con semáforos, estando más seguros al momento de realizar maniobras de giros”. No obstante, nunca se hizo nada al respecto.
En Concordia los problemas a abordar en materia de tránsito son muchos. Por ello, es hora de identificarlos y diagnosticarlos en forma correcta para solucionarlos eficazmente.