“Esto viene desde hace tiempo, tratándose en reuniones del Consejo Directivo donde ya ahí surge malestar en un cierto grupo de personas que conformamos la comisión directiva, donde se empezó a hablar de una desprolijidad dentro de la comisión”, comentó.
La “desprolijidad” data de enero de este año, y se trata de la falta de depósito en el Bersa del dinero que ingresa por la mesa de entradas, farmacia, fiscalización y la mutual “La Concordiense”.
Mensualmente, a las arcas del sindicato ingresan $ 150.000. “Yo estoy investigando seis meses, estamos hablando de $ 900.000 más o menos; pero de ahí hay que ver para atrás”. Si bien Simonetti asumió hace dos años –junio de 2004-, Saldaña asegura que debería analizarse la situación financiera desde el 14 de marzo de 2002 en adelante, momentos en que una fracción nueva tomó las riendas del sindicato.
El estatuto que rige al sindicato establece que “todo dinero que sea depositado en una entidad bancaria que tiene el gremio”. Saldaña, en consecuencia, comenzó a preguntar en las reuniones del consejo directivo que sucedía con el dinero. “Me respondieron que era cosa que a mí no me correspondía, que yo era el tesorero del gremio; que estaba para verificar las cosas”, indicó.
Cansado de no obtener respuestas satisfactorias, el secretario de finanzas intimó mediante carta documento a Simonetti, pero le respondieron nuevamente con los mismos argumentos. “La otra que me quedaba era llamar a una escribana para constatar un acta donde se justifique mi cargo, y lo que está en el estatuto, que es lo que me corresponde”, expresó. Para que no queden dudas de sus argumentos, Saldaña saca del bolsillo un papel: “ando para todos lados con el estatuto”, explicó.
La escribana se presentó ayer y anteayer en el sindicato, pero no pudieron contactar a Simonetti. “Dijeron que había salido por un rato, lo esperamos y no apareció. Ayer, volvimos a aparecer, dijeron que estaba de viaje en Buenos Aires. Hoy todavía no lo he visto”, agregó.
En una de las actas labradas, se dejó constancia que dos personas designadas en el consejo directivo tienen la autorización de Simonetti para guardar el dinero. “Ahora, no sé por qué guardarlo. Es lo mismo que yo reciba la plata de la farmacia, porque soy el tesorero, me la guarde en el bolsillito, en un cajoncito, me la llevo a mi casa; esa no es plata mía, es del afiliado”, expresó Saldaña.
Saldaña opinó que se trata de una “desprolijidad administrativa”, pero advirtió que: “vamos a ir viendo paso a paso las cosas como son y llegaremos adonde tendremos que llegar”. Una de las posibilidades, si no se revierten los manejos financieros del sindicato, es solicitar una intervención judicial. “Lo tiene que dictaminar la Justicia y ver porqué los fondos no están donde tienen que estar; si verdaderamente están donde se dice que están, en el gremio”, añadió.