El Sindicato de la Fruta aún no identificó a la empresa responsable del accidente de un menor

“Estamos haciendo las averiguaciones, es una empresa que ha cambiado de nombre, suele suceder que hay testaferros”. Pero descontó que van a encontrar a los propietarios a través de contadores investigando la razón social. Únicamente pudieron individualizar al dueño del camión, apellidado Muñoz. “Él era contratado para hacer los fletes, nada más”, dijo.
Se sabe que se trata de una firma tercerizada que compra fruta por cajones a los propietarios de las quintas, la procesa y vende a distintos destinos, como San Pedro. Para cosechar los cajones, subcontratan cooperativas “que no tienen la mínima seguridad social o respaldo hacia los trabajadores. Tienen la gente en negro, una política de explotación tremenda, cuando tienen la oportunidad llevan chicos de 12 o 13 años”.
El miércoles a la mañana, César Emanuel Gamarra, fue aplastado por un acoplado sin barandas que lo trasladaba hacia la quinta “Taguató”, ubicada a unos 200 metros del cruce de las rutas 14 y 015. Salvador Medina, secretario general del Sindicato, dialogó con la familia de Gamarra, domiciliada en el barrio Constitución. Los padres le señalaron que el adolescente, que aún cursaba la escuela primaria, trabajaba en vacaciones para “ayudar a la familia”.
“Cuando sean identificados, se tendrán que hacer cargo de todo lo que ha pasado”, señaló, en referencia a los responsables de la empresa, aunque luego admitió que en muchos casos se trata de “dos o tres muchachos que se juntan para conformar una empresa de servicios” pero carecen de patrimonio alguno. “Es una desgracia que no se paga con plata ni con nada. Esa algo muy doloroso, y refleja lo frágil que está nuestra actividad en el tema transporte”, dijo Paiz.
Hay empresas de servicios que contratan colectivos para transportar a sus afiliados. “Pero tenemos otras que los llevan arriba de los camiones. Hemos visto en la zona de Chajarí que cargan los camiones con cajones, y arriba de todo vienen los trabajadores con el viento, el frío y el peligro que implica venir arriba de la carga”, detalló el gremialista.
Para erradicar estas prácticas, se realizan operativos. “Pero lo que pasa que uno controla las rutas nacionales o provinciales pero hay muchas caminos vecinales y este gente se escapa por un lado o por el otro, o no salen a cosechar porque hay operativos”, indicó.
El Sindicato, junto con la Dirección Provincial del Trabajo y el Ministerio de Trabajo de la Nación, seguirán trabajando en conjunto para relevar personal y detectar empleados informales.
El secretario gremial expresó que, durante los meses de verano, se incrementa la actividad informal. Suelen recibir la consulta de numerosos afiliados a quienes “les salió un trabajito por una semana o dos y lo quieren aprovechar porque no tienen nada, porque en septiembre u octubre se termina la exportación y no hay más tareas hasta febrero o marzo”. Paiz indicó que, en esos casos, deben ser flexibles.

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