El 11 de Octubre de 2006, CTA Capital, FeTERA-CTA, Oro Negro, OLP, PCR, MTL, PC Movimiento Patriótico Revolucionario, organizaciones sociales, gremiales y de derechos humanos y ciudadanía, se dieron cita en el Congreso de la Nación, para en acto unánime rechazar la Ley de Promoción e Incentivo a la Exploración y Explotación Petrolera firmada por Kirchner, Lavagna y De Vido. En abrazo simbólico al Congreso se repudió el proyecto de Ley que continua con el saqueo de los recursos estratégicos del País.
Con el apoyo de 35 senadores oficialistas y la oposición de 21, se aprobó en forma definitiva el Proyecto de Ley que otorgará beneficios fiscales a las empresas petroleras que decidan invertir en la exploración y en la explotación de hidrocarburos.
En el recinto 54 senadores decidieron sobre nuestra soberanía, de los cuales 12 dieron el debate para su rechazo o aprobación. La mayoría de los votos en contra los aportó el radicalismo; sin embargo, esta oposición no se tradujo en los discursos. Radicales y peronistas coincidieron en que “no había que ideologizar el debate”, que “había que dar incentivos” y en que “la prioridad estaba en aumentar las reservas”. Sin mayores cuestionamientos que aquellos que, en soledad, formuló el socialista Rubén Giustiniani, el oficialismo pudo darse el gusto de dedicarse a rebatir los dichos de los diputados que habían criticado el proyecto el pasado 15 de septiembre.
Si bien hubo 6 senadores que adelantaron su voto de rechazo, solo uno cuestionó la ley (Rubén Giustiniani, Partido Socialista-Santa Fe) como continuista de las políticas de la década del 90 que significó la privatización de Yacimientos Petrolíferos Fiscales, YPF. Que nada se establecía con respecto al costo fiscal que estaba comprometido en la iniciativa, cuando toda ley al menos estipula un tope. También recalcó que esta ley es producto de una decisión política para beneficiar al capital concentrado, para cuestionar los incentivos fiscales. Recordó que las petroleras “obtienen una ganancia anual de 8800 millones de dólares”. Ganancia récord a la que calificó como “superior a las obtenidas en los ’90”. Subrayó que de ellas “sólo invierten el 10 por ciento y que en el exterior liquidan el 70 por ciento”.
El resto de los senadores que rechazaron la ley (mayoría del bloque radical) lo hicieron indicando vicios de forma, artículos que no acordaban y también para imponer competencia Provincial sobre el destino de los recursos. Uno de los senadores del radicalismo dijo que esta ley no era necesaria, que ya estaba vigente la ley 17319 y que en su art 31 obligaba a todo concesionario de explotación a hacer las inversiones necesarias. Compartimos el análisis, pero debemos decir que el rechazo no se notó en el discurso, esta ley no es negativa solo por su prescindencia o falencias formales, esta ley, como sostuvo Claudio Lozano en el debate de Diputados, les otorga beneficios fiscales a los mismos que llevaron adelante el saqueo.
Acá el problema es grave e ideológico y esto es un acto más que afianza el Capitalismo Nacional que busca el Kirchnerismo, que se expresa a través del oficialismo, Te llena la Plaza por Julio López, da Castigo a Etchecolatz, pero te firma la continuación del genocidio económico, el desarrollo productivo al servicio de los monopolios privados y la pérdida de soberanía.
