La iniciativa del Testigo de Identidad Reservada, que fue remitida a Diputados para su sanción definitiva, es de autoría del senador de Gualeguay, Eduardo Jodor, que fundamentó en el recinto la necesidad de crear esta figura. En primer lugar, se avaló el tratamiento sobre tablas y finalmente se dio la media sanción al proyecto que fue presentado a mediados de mayo y que estuvo en estudio en la Comisión de Legislación.
En los fundamentos, Jodor sostiene que la propuesta “viene a dar una solución que desde hace muchos años requiere la justicia entrerriana” y explica que la existencia en la provincia “de centros poblados pequeños o medianos en los que todos se conocen, hace necesaria la aplicación de un mecanismo que garantice sustraer al ciudadano de la posible venganza de un denunciado”.
Es así que la iniciativa prevé que “cuando por razones de seguridad personal del testigo, a su pedido o de oficio, se mantendrá en reserva la identidad, debiendo asegurar el fiscal que los datos filiatorios del testigo sean guardados en caja fuerte”.
Tanto a los datos como a la declaración del testigo alcanzado por esta figura sólo podrán acceder “el juez, el fiscal y el defensor, este último bajo juramento de no revelarlo a su defendido”.