El salario mínimo de los empleados del Estado no cubre la canasta alimentaria

En el contexto de la reunión de delegados que se reunió para recordar las trágicas jornadas del 19 y 20 de diciembre de 2001, Pelandino realizó un pormenorizado balance de las acciones realizadas durante 2012. En ese sentido sostuvo que: “las luchas que dimos por el salario no tuvieron los resultados que buscamos. A pesar de que no dejamos de dar la pelea, el gobierno no dio más que el 19.7% de recomposición salarial, que en su momento declaramos insuficiente”.

Además precisó que el gobierno tampoco generó “la apertura de la mesa salarial que debió convocar a mediados de año”. Entre las precisiones que dio en torno al tema salarial mencionó que “el gobierno no convocó a ningún sindicato a discutir salarios”.

Ante medio centenar de nuevos delegados, Pelandino sostuvo: “Debemos ser el contralor del buen funcionamiento del Estado, porque los gobiernos pasan y los trabajadores quedamos” y en referencia a los manejos discrecionales en la incorporación de personal y toma de decisiones que van en contra de los intereses de los trabajadores afirmo que “esto nos puede costar muy caro”.

En ese sentido agregó: “cada nuevo gobierno viene con su gente y no respeta a los trabajadores de carrera. Por esto planteamos la paritaria, tanto a nivel provincial como municipal” y destacó el Régimen Jurídico Básico en el primer nivel y la Ley de Municipios en el segundo, como las normas que le dan legitimidad al funcionamiento del Estado.

Al referirse a la importante función que cumplen los delegados, Pelandino expresó: “los delegados son la columna vertebral del sindicato y nosotros, como dirigentes, tenemos que hacer realidad las demandas que ustedes traen desde las bases”. Así, instó a los nuevos delegados a “no permitir distorsiones de ninguna naturaleza en ninguna repartición y denunciarlas si es así”.

Tal como estaba programado se proyectaron los documentales Diciembre sangriento y Pocho hormiga. Los presentes siguieron con mucha atención los hechos ocurridos en Paraná hace 11 años y, a pesar del paso del tiempo, la indignación invadió el salón Germán Abdala donde se realizó el plenario. Lacónicos comentarios se escucharon cuando el entonces jefe de Policía Victorino Ojeda explicaba a la prensa la represión a los manifestantes e intentaba justificar en el rechazo a una agresión hacia los uniformadose l asesinato de Eloísa Paniagua, quien tenía entonces 13 años y estaba en el patio de su casa, y en un accidente el homicidio de Romina Iturain que entonces tenía apenas 15 años.

El secretario adjunto de ATE Manuel Ramat agradeció la labor de los periodistas que hicieron posible contar con el testimonio audiovisual para recordar aquellas trágicas jornadas. También convocó a los delegados a tener presentes aquellos hechos y a no olvidarlos para que no se repitan las condiciones que los posibilitaron. Por último señaló que aún falta hacer justicia con los responsables de ordenar la represión que se cobró tres víctimas inocentes en Paraná y son parte de las 39 vidas segadas en todo el país.

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