Juan Gussalli es un vecino que concurrió cuatro veces a renovar el DNI. Dos veces al Registro de Rivadavia y Buenos Aires; dos veces al de La Bianca. Pero nunca pudo obtener un número de atención a pesar de haber estado entre las 50 primeras personas de la fila. “A veces se terminan los números al número 10 porque se ve que algunos se llevan de a dos o de a tres. El resto nos tenemos que volver”, dijo. Y no descartó que los «servimotos» sean quienes se llevaban varios números. “Así se van los números y nunca llegás al mostrador”, mencionó.
El vecino decidió concurrir a la Policía Federal, dado que la fuerza depende del Ministerio del Interior de la Nación, a hacer una exposición acerca de lo que le sucedió. Pero allí le explicaron que “no pueden hacer nada” porque no tienen relación con el Registro Civil. La conclusión a la que llegó es que: “tenemos que vivir indocumentados”. “¿Cómo obtengo mi documento?”, se preguntó. Y agregó que en Concordia “hay un montón de gente indocumentada de otros países como colombianos y bolivianos y nadie dice nada”.
En la puerta del Registro Civil se encontraba Alberto, quien concurrió por un acta de nacimiento. Debió esperar media hora. “Las señoritas la verdad es que no dan abasto, hay dos donde yo estoy. La gente tampoco colabora mucho, están todos apurados”, señaló. “Lo mismo pasa en el Registro Civil de Ushuaia. Yo soy de Ushuaia y es el mismo caos que acá. Hay que hacer cola a las seis de la mañana para que atiendan a 20 personas, nada más”.
Alberto luego pagar en un kiosco cercano al Registro dos sellados: uno de $ 3 y otro de $ 15. Lo llamativo es que el de $ 3 le salió $ 4 y el de $ 15, $ 16. “Me reí y me dice: ‘bueno, es lo que vale’. Lo tuve que pagar. ‘Sino tenes que ir al banco’”, le dijo el kiosquero.
José y David llegaron al Registro Civil durante la medianoche del martes para obtener un número de atención al día siguiente. El miércoles, pasadas las ocho de la mañana, sus rostros estaban marcados por la desazón. No sabían si subirse a la moto para volver con las manos vacías o quedarse para seguir lamentándose de lo sucedido. “No nos quisieron dar, dicen que los lunes nomás dan número para toda la semana”, dijo José. En consecuencia, estuvo ocho horas de pie “por nada”. “Encima llovió y todo”, añadió.
Es más, José (quien fue a obtener la actualización del DNI de los 16 años) estaba esperanzado en realizar el trámite rápido. “Como dicen que te lo hacen en el acto y nada que ver, ni el número te quieren dar. No sé sino quieren trabajar. Si no quieren, que le den el lugar a otro que mueva más los papeles”, señaló. Por su parte David (fue a obtener el nuevo DNI) aseguró que el próximo lunes volverán. “Espero que nos den un número”, indicó.
Lorena salía del Registro llevando a su sobrina de la mano. “Vine ayer y no traje el documento de la nena. Hoy vine tipo siete y media, son las nueve y media y recién estoy saliendo al banco”, indicó. El lunes próximo deberá volver a buscar un turno. “Voy a venir temprano, tipo cuatro de la mañana. Si llego para los primeros turnos entro el lunes, sino el martes, sino el miércoles”, acotó.
“Hay mucha demanda, recién me dijo el policía. Hay que estar mucho tiempo”, admitió la mujer. Y ya se resignó a esperar al menos cuatro horas de pie para obtener el ansiado numerito el próximo lunes. “Y si”, admitió.
“Maravilla no podemos hacer”
Bajo los paneles del techo oscurecidos por la humedad hay anaqueles y estantes repletos cargados de carpetas que guardan partidas de nacimiento que datan desde 1870 en adelante, viejas computadoras desconectadas, scanners en desuso y mucho polvo que se acumula en los rincones. El ambiente propio de una oficina pública trajinada hasta el agotamiento del mobiliario y del equipamiento. Un grupo de empleados se mueve sin demasiada prisa. Es cerca del mediodía y ya no hay mucha gente con fastidio esperando detrás del mostrador donde sólo hay unos pocos sillones de madera desvencijados. Alberto Morini, delegado de UPCN del Registro Civil, admitió que para agilizar la atención necesitan más equipos informáticos y empleados.
De todas formas, la metodología de atención fue modificada recientemente. Desde el lunes pasado optaron por entregar a los primeros 200 de la fila un número equivalente de turnos para distribuir la atención durante la semana a quienes requieran renovar su DNI. En consecuencia, del 1 al 50 serán atendidos el martes, del 51 al 100 el miércoles y así sucesivamente. Además se utilizará una planilla para tomar nota de los apellidos. “Se descomprime un poco y a nosotros nos permite trabajar más tranquilos”, mencionó.
La decisión se debió a “a la gran cola que viene haciendo la gente”, acotó. “Hemos pasado a las nueve de la noche y ya había gente haciendo cola para el otro día”, dijo Morini. Hasta la semana pasada, se atendían 60 personas por día aproximadamente dado que a los 50 números se les agregaban los mayores de 70 años y los bebés que eran atendidos sin tener que hacer la fila. Además aseguró que no debía haber sucedido que los primeros 10 o 20 de la fila se llevasen los 50 números. “Si vos venís y me pedís para tres personas: no. Tienen que venir personalmente”, acotó.
La digitalización del Registro Civil no es un slogan vacío del gobierno. “Tenemos los equipos digitales de lo que es documentación para los trámites del DNI. Eso ha agilizado un montón lo que se venía trabajando manualmente”, admitió el delegado. En 15 minutos se realiza el documento que recibe el ciudadano por correo unos 15 días posteriores a la tramitación.
No obstante, lo que también es cierto es que todo el trámite previo al ingreso de los datos a las computadoras es anacrónico. Es como realizar un viaje que implique navegar en un barco a vela la mayor parte del trayecto y recién subirse a un avión cuando queden pocos kilómetros. Para evitar que el Registro siga siendo un cuello de botella, Morini aseguró que hacen falta dos computadoras más. “Es lo que se está tratando tanto gremialmente como con el nuevo Jefe del Registro. Necesitamos que por lo menos manden dos máquinas más para Concordia”, indicó.
Además señaló que necesitan más personal en las oficinas. “Estamos esperando una respuesta del gobierno”, dijo. Hay cerca de 30 empleados en los dos Registros. “Como mínimo se requieren seis empleados más”, precisó. En este momento, hay empleados de licencia mientras que hay otros que ingresaron mediante planes sociales y desde los gremios reclaman su ingreso a la planta. “Está capacitados para estar en el Registro”, señaló.
Más adelante, acotó que la cantidad de personas que solicitan los nuevos DNI: “nos ha superado, desbordado ampliamente”. “Mucha gente por ahí se enoja con nosotros pero nosotros hacemos lo que está al alcance de nuestras manos; maravilla no podemos hacer. Se trabaja lo mejor posible para brindarles la mejor atención a la gente”, señaló. “Es la primera vez que nos está pasando que se ha desbordado tanto”, indicó.
Por otra parte, el delegado acotó que hay un rumor extendido que no es veraz. Al respecto, explicó que sólo vencen las Libretas Cívicas y de Enrolamiento para salir del país. “Aquellas personas que las tienen en condiciones y no piensa salir del país, es un documento válido, no es que se venza ahí y no van a poder ir al banco a cobrar. Van a poder cobrar normalmente porque es un documento válido”, explicó. Lo mismo sucede con los DNI, Morini acotó que deben cambiarlo si han tenido trabas en el banco o en la frontera. “Mientras que no tengan problemas de ninguna índole, no es necesario que lo cambie”, expresó.
“Aparte a eso tenés que sumarle el pasaporte, que se le agregó al Registro Civil y eso requiere otro tiempo más porque lleva otros controles que no lleva el DNI. Si estamos hablando de un trámite que te demora entre 10 y 15 minutos un DNI, con el pasaporte se te va a media hora, un poquito más”, explicó Morini.