El recorte privó de $ 840 millones a Entre Ríos y $ 40 millones a Concordia por año

La finalidad solidaria del Fondo de la Soja, creado por Decreto del PEN Nº 206 del 19 de marzo de 2009, residía en el reparto de recursos de origen nacional para reforzar los presupuestos destinados a infraestructura en cada una de las provincias y municipios adherentes. La finalidad, era financiar obras provinciales, municipales y de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, para mejorar la infraestructura edilicia de las distintas reparticiones y/u organismos públicos, sanitaria, educativa, hospitalaria, de vivienda y vial, así como para infraestructura e inversión productiva, con expresa prohibición de utilizar las partidas para financiamiento de gastos corrientes.

“Lo que está en el presupuesto 2018 del Fondo Federal Solidario es $ 1.200 millones. Lo que se viene ejecutando en los siete primeros meses fue de $ 703 millones. Es decir, en el orden de lo que está presupuestado. Pero de eso, el 70 % queda en la provincia y el 30 % se lo coparticipa a los municipios”, dijo Labriola. También señaló que el Fondo de la Soja venía en una reducción continua desde 2016 a la fecha. “Eso es lo novedoso del decreto: que elimina la posibilidad de coparticipación en forma inmediata, a partir de mañana”, indicó Labriola a Radio Ciudadana (FM 89.7).

Más adelante, dijo que el recorte va a afectar a las obras en curso. “Hay obras viales, obras en edificios escolares, obras en el hospital de Gualeguaychú”, acotó. Labriola explicó que los recursos que venían del Fondo de la Soja eran reforzados por otros de la provincia dado que no alcanzaban para las obras previstas. “Se complementan porque no alcanzan con esos fondos afectados con fondos propios de la provincia. Todas las obras que se encaran tienen un sostenimiento parcial con este Fondo Federal Solidario y el resto con fondos de la provincia”, indicó.

Por su parte, Sierra dijo que el recorte se debe a las metas del acuerdo firmado por el gobierno nacional y el FMI que incluyó la quita de subsidios y la rebaja del salario por debajo del nivel de inflación. “A eso se agrega el enfriamiento de la obra pública”, dijo. En ese sentido, explicó que las obras publicas son financiadas por la Nación en forma directa o mediante el Fondo de la Soja. “Cuando se para la obra pública, no es solamente que va a haber menos actividad económica por todo lo que genera la obra pública en cuanto al empleo sino que se para el desarrollo de la infraestructura de un país. Argentina de por si tiene un atraso importante en lo que tiene que ver con la infraestructura y parar la obra pública, en lo personal, no lo veo como una medida buena”, señaló.

Más adelante, Labriola señaló que, hasta mayo pasado, se registró un incremento de la recaudación de impuestos coparticipables nacionales rondó el 38 % pero la suba del Fondo Federal, a pesar de la devaluación, fue del 20 %. “Evidentemente hay una retención de venta. La cosecha de este año no está vendida tampoco por más que haya sido menos”, indicó.

Por otra parte, respecto de la posibilidad de un recorte de $ 4.500 millones de fondos coparticipables a la provincia, indicó que manejan dos hipótesis: una de máxima y una de mínima. “El máximo no debería ser más que eso”, dijo. Asimismo, expuso que la situación de las provincias no es la misma en todos los casos y cada una tiene sus particularidades. “Habrá que llegar a un consenso. Hoy no podemos saber exactamente cuál va a ser el número de menor ingreso de fondos nacionales”, dijo.

“Las perspectivas no son buenas. Habrá que ver de qué manera se puede llegar a un acuerdo que represente el sacrificio menos dramático para las provincias. Es una situación compleja”, señaló. En ese sentido, sostuvo que los $ 1.200 millones que ya no vendrán “significan menos trabajo, menos ventas y menor actividad económica”.  

En cuanto a la recaudación de impuestos coparticipables que la Nación envía mensualmente, indicó que disminuyó del 38 % de incremento que se venía registrando hasta el mes de mayo pasado al 30 % en junio y en lo que va de agosto se contempla una cifra similar. En cuanto a la recaudación de Ater, dijo que está “un poco debajo del 30 %”. “Hay que tener en cuenta que hay una participación de impuestos patrimoniales que son los que más se han resentido de alguna manera, o se han resentido en una proporción tal vez mayor que en el caso de Ingresos Brutos por la propia necesidad de la gente de tener que afrontar gastos que son más ingentes”, señaló.               

En tanto, Sierra dijo que de ahora en más se va a empezar a sentir una menor transferencia de fondos que envía la Nación. “Son las dos cosas que más tienen incidencia”, sostuvo. No obstante, por ahora no saben si esa reducción afectará los fondos que son destinados a los municipios.

Volviendo al recorte de fondos al municipio, Sierra indicó que cuando asumió el intendente Enrique Cresto en el municipio se gastaba el 10 % del presupuesto en obras públicas. El año pasado lograron llevar ese porcentaje al 13,5 % y este año la idea era llegar al 15 % mientras que para 2019 la meta era del 18 %. Pero el recorte conspira contra ese objetivo de ir aumentando la obra pública en la ciudad.

Entradas relacionadas