La dureza de las apreciaciones del gobernador Jorge Busti respecto a su antecesor Sergio Montiel despertó la reacción de la conducción del radicalismo provincial. En un comunicado emitido ayer le marcaron que se pasó de la raya al sostener que Montiel “mandaba a matar” o, según la versión aceptada por Información Pública “mandaba a reprimir manifestaciones en las que moría gente”, para contraponer el rol activo que desempeñó en la investigación de la desaparición de Fernanda Aguirre y en el acompañamiento a sus familiares.
En el órgano de conducción partidario, que preside Arturo Vera, se evaluó que ésta es una muestra del nerviosismo que afecta al Gobernador tras haberse cumplido un mes de la desaparición de la nena de San Benito sin que la investigación arroje novedades de importancia. “Primero quiso descargar la culpa a los jueces, después se le mata el principal sospechado del secuestro (Lencina), cuando él era el responsable político por su seguridad y como no encuentra otro camino para despegar responsabilidades golpea para atrás comparándose con Montiel”, interpretó un dirigente radical.
“Pelea sin sentido”
Apelando a términos mucho más formales e indirectos, la declaración del Comité advierte que “la actitud del Gobernador, de ser ciertos sus dichos endilgando a otro gobierno haber mandado a matar, además de ser falsos, obstruyen los intentos de la oposición de construir en conjunto”. Consideran que de esta manera se está “tentando a la pelea sin sentido entre los partidos políticos mientras la sociedad sufre este flagelo de la inseguridad como un azote ya insoportable”.
“Ante la gravedad que ha adquirido la inseguridad en Entre Ríos, se impone recorrer un camino entre todos que nos conduzca a superar y devolver la seguridad perdida. En este sentido el radicalismo ha obrado con la mayor responsabilidad, evitando confrontaciones estériles”, sostienen sin considerar en esa categoría al durísimo comunicado que el mismo Comité emitió el 6 de agosto, el día que se conoció el suicidio de Lencina, haciendo responsable a Busti por esa muerte con el irónico título: “El Gobernador aseguró novedades en horas ¿serán éstas?”.
Un tono de mesura
Pero ahora, en el comunicado de ayer, la reacción tuvo otro tono, más destinado a marcar el error de Busti que a confrontar, aunque sin dejar de perder de vista el motivo de fondo del reclamo: “Es deber del oficialismo, de quienes nos gobiernan, devolverle a la sociedad la seguridad perdida. La oposición acompañará sin dudas las efectivas medidas de búsqueda de este objetivo. Estamos dispuestos a seguir colaborando en este sentido”, dijeron.
Mucho más no podía decir, por cierto, un Comité Provincial de la UCR que tiene en su vicepresidencia a Enrique Carbó, el ex ministro del Gobierno de Montiel que, al día siguiente de la represión de diciembre de 2001, que en Paraná se cobró tres vidas, tuvo como toda reacción felicitar el accionar de las fuerzas policiales.