El radical Alberto Rotman asegura que el 2011 es la bisagra y se plantea gobernar Concordia

Para nuestro partido, la UCR, el año 2010 es un año altamente político, donde en cumplimiento de la Carta Orgánica, se realizará el llamado a elección de las nuevas autoridades partidarias, donde los afiliados en comicios internos, dice la nota, eligen democráticamente las autoridades que dirigirán por un periodo de 2 años los distintos Comités de la Provincia, además de elegir los delgados al Comité Nacional.
La única forma que no haya elecciones y evitar así la lucha interna, es cuando los diferentes sectores, en representación de sus seguidores lleguen a un acuerdo y esto se haga por consenso.
En nuestro departamento las autoridades que hoy se desempeñan surgieron de un acuerdo de los distintos sectores internos. No equivocamos el camino, a nuestro entender el funcionamiento de nuestra casa partidaria en este período fue bueno.
Por todo esto queremos llamar a los distintos sectores que conviven en nuestro partido a unificar ideas para evitar una lucha interna que hoy no tiene sentido y se torna estéril.
Necesitamos a todos los radicales de nuestra ciudad y el departamento, unidos y sin fisuras, en una meta común, que es luchar codo a codo de aquí hacia las elecciones de 2011 para poder cambiar el destino de nuestra provincia, de nuestra ciudad, y de los pueblos del departamento. La sociedad nos exige este esfuerzo, debemos ser capaces de salir del corsé partidario y avanzar así, junto a otras fuerzas partidarias, a instituciones intermedias y a la mayoría de los ciudadanos, a conformar un proyecto serio y creíble de desarrollo de nuestra ciudad y el departamento. Si actuamos así y dejamos de lado nuestras mezquindades, el año 2011 será la bisagra que cambiará el destino de nuestra ciudad, que después de 27 años de gobiernos justicialistas, 65.000 ciudadanos viven de la ayuda estatal y hoy somos la 6° ciudad mas pobre del país, ( hace pocos años fuimos la 2° ).
Planificar y unificar las ideas, las metodologías e implementar los cambios necesarios, con la gente honesta y capaz es el único camino hacia una Concordia que recupere el destino de grandeza que nos merecemos.

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