Lascurain arrancó señalando que “el tema del puerto es un tema trascendental. Si se quiere reactivar, los galpones son muy importantes. Incluso había interés de una empresa en alquilar esos galpones como depósitos fiscales porque están en zona primaria aduanera”.
El abogado consideró que Puerto Concordia “incumplía totalmente las obligaciones que tenía con la municipalidad, no estaba inscripta en Prefectura Naval como astillero. En síntesis, en los 6 años que estuvo en el puerto, no benefició para nada a Concordia porque no dio trabajo ni promovió el comercio, ni la industria”.
Puerto Concordia tenía una facturación eléctrica que rondaba, en promedio, los $ 30 mensuales. “Gastaba menos que una conexión domiciliaria. Incluso la conexión era monofásica (N. de la R.:220 voltios. Las industrias manejan voltajes más elevados. La conexión más común es la trifásica: 380 voltios). No tributaba impuestos municipales, no estaba inscripta. No tenía agua potable. Era una empresa fantasma, estamos hablando de un galpón lleno de chatarra” indicó Lascurain.
“Esto no es una ocurrencia mía, hubo un juez de primera instancia y una cámara provincial y un juez nacional y una cámara del mismo ámbito que ratificaron que no había actividad industrial ahí adentro” añadió.
Lascurain, teniendo en cuenta que en su anterior gestión Cresto también firmó un convenio con “Puerto Concordia”, analizó el momento en que se firmaron los dos convenios, el anterior y el actual. Y señaló que “me atrevo a decir que en aquel entonces, la empresa le había vendido espejitos de colores al gobierno municipal. Pallas prometió hacer un restaurante de comidas típicas, una piscina, dragado de la dársena, baños públicos. Nada de eso se construyó”.
“Logramos la restitución del Puerto” mencionó en otro párrafo Lascurain. El derrotero del reclamo judicial consistente en la devolución del Puerto efectuada por la gestión Orduna fue el siguiente: presentación en el juzgado Nº 5 a cargo del juez Héctor Salarí, fallo a favor del municipio, apelación y la Cámara le vuelve a dar la razón al ejecutivo. Pallas, mientras tanto, decide abrir un concurso de acreedores en Bs. As., donde tiene domicilio la empresa. La municipalidad vuelve presentarse, el juez de Capital Federal le da la razón y Pallas apela. “Restaba el fallo de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo comercial” dijo el abogado. “Éste salió en marzo de este año, donde se establecía que se debía restituir el puerto a la ciudad de Concordia. O sea que ya estaba en poder de la municipalidad” explicó Lascurain.
“Cresto le vuelve a dar a una empresa que durante años se rió de Concordia durante años. Les perdonó los incumplimientos en este convenio, está claramente establecido, y además está concursada” aseguró Lascurain.
Sobre el concurso de acreedores, el ex-fiscal adjunto es categórico. “La ordenanza de contabilidad o de obras públicas dice que cualquier persona que tenga un contrato con la municipalidad, a partir de que abra un concurso o quiebre, se debe rescindir el contrato. Contratar así, al menos es riesgoso. Porque un concurso significa que hay una insolvencia. Se presentan a concurso porque no pueden pagar las deudas. ¿Con que plata la empresa va a enfrentar las obras que le promete a la ciudad? ¿Por qué Cresto por segunda vez le cree que las va a realizar?” se preguntó Lascurain. “Por lo menos dedberían exigirle un seguro de caución, para el caso que no cumplan, así la municipalidad no se ve defraudada de nuevo” añadió.
“Yo no sé si se quiere tropezar con la misma piedra o no se cual es el interés para que el Puerto sea de Pallas y no de los habitantes de Concordia” afirmó, tajante, Lascurain. “Es volver a darle a un incumplidor que debe la pileta, la dàrsena, los baños y el desarrollo turístico. Pero las decisiones las toma el intendente y el será responsable. Espero que dentro de seis meses o un año, Puerto Concordia cumpla y si no, los medios lo pongan de resalto para que se le rescinda de una buena vez por todas” finalizó.
