Todo hacía suponer que la supercosecha haría que los mercados estuvieran abarrotados de este cultivo, pero sin embargo esto no está ocurriendo.
Sólo por retenciones a las exportaciones granarias se espera para este año ingresos al fisco cercanos a los u$s8.000 millones, según cálculos del Estudio Bein y Asociados.
Además, la comercialización de granos y oleaginosas impactará favorablemente en la balanza comercial.
Desde el mercado se estima que el grueso de las ventas de la cosecha 2009/2010 debería pactarse en las próximas dos a tres semanas.
Según la Dirección de Mercados Agroalimentarios de Agricultura, hasta el momento los exportadores compraron 11.873 toneladas, de las cuales sólo 1.244 millones tiene ya un precio establecido. Mientras que la industria se hizo de 13.600 millones de toneladas y sólo 2.591 M fueron pagadas. Entre ambos tienen 25.473 millones de toneladas, es decir un 46% del total de la cosecha que se estima en los 54,8 millones de toneladas.
Sin embargo el último informe de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires sostuvo que ya levantaron 50 millones de toneladas de soja, lo que representa un 90% de lo estimado.
Esto significa que el productor tiene en su poder 46.165 millones de toneladas en los silos-bolsa a la espera de que aumenten los precios en el mercado interno.
La trilla hasta el momento, según la Bolsa de Cereales, fue para más de 16,7 millones de hectáreas a nivel nacional, que entregaron un rendimiento promedio de 30,3 quintales por hectárea.
Para Mario Marincovich, corredor de la empresa Cereales Cerpen, hoy lo que está pasando es que “no hay ganas de vender por parte del productor y esto seguirá hasta que vea un buen precio”.
El mismo diagnóstico trazó Juan Pablo Galeano, corredor de Puertos S.R.L., al remarcar que “el principal motivo de eso es que los precios no son atractivos para los productores”.
Hasta el momento y según la Bolsa de Comercio de Rosario, la exportación pagó ayer por la tonelada de los oleaginosos 870 pesos. Hace un año este precio superaba los $1.000, lo que marca una caída del 16,8% en las cotizaciones. Sin embargo, y aunque los precios son muy similares a los que publica el Ministerio de Agricultura, el productor tampoco sale al mercado, a la espera según los especialistas que la tonelada llegue a los $900, precio que se dio el 29 y el 30 de abril.
Divisas. Por su parte, Enrique Dentice, economista de la Universidad de San Martín, afirmó que “si están esperando una suba de precios no hay problema, ya que eso habla de un efecto fiscal positivo.
Además con esto el Banco Central evita tener que salir a emitir moneda por el ingreso de dólares, con lo cual el atraso en la liquidación de divisas evita que se produzca un efecto inflacionario”.
Desde el Grupo Fénix, Eduardo Curia sostuvo que lo que hacen los productores “es una estrategia especulativa respecto de las perspectivas de los precios internacionales, pero el resultado no está claro ya que en la medida en que el dólar se aprecie, eso perturba el precio de los commodities”.
Pero Marincovich alertó que esto lo que podría generar “es que se tenga un precio más planchado durante todo el año debido a que la mercadería está disponible”.
Esto hace que aquellos productores que tienen mejor espalda financiera puedan afrontar sus gastos sin tener que vender sus granos, pero los más chicos tienen que salir a vender lo poco que tienen para rendir los gastos de su cosecha.
Para los especialistas, tanto las exportadoras como las fábricas habían tomado compromisos de embarque muy grandes para abril y mayo, suponiendo que ante una cosecha récord la oferta iba a ser muy fuerte, pero la realidad es que se está vendiendo a cuentagotas.
Sin embargo fuentes del sector exportador afirmaron que lo se está viendo “son movimientos habituales propios del mercado y que la comercialización se está desarrollando dentro de la normalidad que es de esperar en esta situación”.
Ventas. Guillermo Lardies, jefe de Ventas de Plastar –una de las empresas que más silos-bolsa vende en el mercado– afirmó que vendieron “un 35% más que la campaña anterior”. El motivo principal es por “los buenos rindes obtenidos por las empresas agropecuarias y la decisión de retener soja y maíz para poder obtener mejores precios”.
Lardies agregó que “las perspectivas que teníamos eran poder incrementar las ventas en un 10%”, pero “esta campaña superó ampliamente nuestras expectativas”.
Las provincias donde más se vendieron silos-bolsa fueron Córdoba, Santa Fe, Buenos Aires y Entre Ríos.
En tanto, Rogelio Pontón, economista de la Bolsa de Cereales de Rosario, sostuvo que “hoy calculamos que hay entre 30 a 40 millones de toneladas de granos que se destinarán a los silos-bolsa”, consigna BAE.