Además, ratificó el carácter ambiental que para el Gobierno tiene la controversia. «La discusión con Uruguay no tiene ningún viso de las antiguas discusiones entre los países por procesos de nacionalismos xenófobos, sino que es fundamentalmente un problema de medio ambiente, ni más ni menos», indicó.
Por su parte, el canciller Jorge Taiana aseguró esta mañana, también desde Madrid, que «se conversó» con la empresa española Ence, que construye una de las plantas, sobre «distintos aspectos» del conflicto, pero ratificó que la Argentina esperará la decisión de la Corte Internacional de La Haya para definir los pasos a seguir.
Al ser consultado sobre si directivos de Ence habían planteado la posibilidad de no levantar la planta en Fray Bentos, Uruguay, sino en una ciudad más alejada de los centros urbanos, evitó dar precisiones. «Es una decisión que no tenemos que tomar nosotros», indicó escuetamente.
En abierta contradicción con el canciller, y también ante una consulta sobre si la pastera de Ence podría mudarse de Fray Bentos, el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, aseguró que «nada de eso se ha conversado» hasta el momento en Madrid.
De hecho, desde la empresa se había asegurado a principios de semana que no estaba previsto ningún tipo de contacto formal con los funcionarios argentinos que viajaron a Madrid junto a Kirchner.