El funcionario afirmó que el IAPV lleva entregadas más de 54 mil viviendas en 60 años de historia, lo que ha permitido el crecimiento de miles de familias. El 95 por ciento de esas familias adjudicatarias cumple con cuidar la casa, habitarla y pagarla, pero hay otra minoría que no cumple con el propósito inicial de la vivienda social y persigue otros objetivos. “Para esa gente nosotros somos implacables”, afirmó Casaretto y comentó que comúnmente se dan dos situaciones diferentes: por un lado, la gente que tiene la vivienda y la alquila y por el otro, está adjudicada pero nadie habita en ella. “En ambos casos se solicita la denuncia en el Instituto del IAPV con papeles en mano. Denuncia personal, no de terceros”, insistió Casaretto. “En el primer caso, debe ser la misma persona que está alquilando y que demuestre un contrato, pago mensual o servicio a su nombre y nosotros la desadjudicamos y se la otorgamos al que la está alquilando”, afirmó.“Ya lo hicimos con alrededor de 30 viviendas este año”, reveló.
“Tiene que quedar en claro que nosotros no tenemos arreglos, sindicatos, allegados, preferencias, ni nada de eso. Las casas se adjudican de manera correcta como hace 60 años. Hoy, hay 28 mil inscriptos en la provincia y trabajamos para cumplir con todos”, agregó. “Pero necesitamos que las cosas se hagan como corresponde de todos los lados. Nosotros no podemos estar averiguando y moviendo todo el organismo, como nos paso varias veces, por denuncias en redes sociales, de vecindarios y exponiendo a familias”, agregó. “Entendemos la desesperación de las personas por la vivienda propia pero no por eso vamos a atacar a quien la obtuvo y hace un correcto uso de la misma, ni tampoco criticarnos a nosotros de que arreglamos con allegados, amigos, y demás”, concluyó.
