Ignacio Posternak, presidente de la cooperativa 1º de mayo, cuestionó los datos brindados por Área de Transporte Municipal y también cuasi cuestionando a su interlocutor, el periodista Eduardo Díaz, que lo entrevistaba para el programa “Cuarto Poder” (Oíd Mortales Radio), dijo que “acá (En Concordia) es fácil ir hasta la radio o la televisión, pero yo quisiera que usted vaya a mirar los caminos que tenemos que transitar todos los días, son un desastre. Particularmente en el tramo nuevo, en inmediaciones del Hospital Masvernat. Usted vio como es acá: primero hacen la calle y después instalan la cloaca, después el agua, hacen el cordón cuneta… nosotros nos hemos quedado empantanados, se nos rompen colectivos todos los días y eso hace que se brinde un mal servicio.
Un Posternak ofuscado expresó también que “la gente habla sin saber, empezando por algún responsable de la municipalidad. Antes de hacer sus comentarios acerca de si funcionamos mal o bien tendrían que salir a ver cómo están las calles de la ciudad. Ahí podemos empezar a conversar.”
El presidente de la línea 1 aceptó alguna responsabilidad propia cuando dijo que “nosotros también andamos un poquito mal. Como todas las empresas, hay algunas que están en una mejor situación y otras en peores situaciones. A nosotros se nos han fundido varios motores, se nos han roto varios trenes delanteros, muchos colectivos han ‘arrastrado la cola’, se nos han empantanado. Un montón de cosas que hacen al mal funcionamiento de la empresa, pero de a poco lo estamos solucionando.”
El mayor enojo de Posternak parecía provenir de una supuesta falta de comprensión por parte de las autoridades para dar información sobre el mal funcionamiento de la línea sin tener en cuenta los numerosos factores externos que hacen al mismo: “En el área de transporte, si usted se comunica con el señor Peñaloza, él le va a explicar dónde hay que arreglar las calles y dónde no las hay que arreglar. La línea de nosotros atraviesa barrios y calles que, hasta ahora, son una selva. Nosotros hace un año que estamos brindando el servicio por ese tramo nuevo, los barrios estaban vacíos y nos pedían que aunque sea entremos cada una hora, ahora vamos cada 10 minutos y quieren venir directo al centro. Yo lo entiendo al pasajero que quiere un buen servicio y que lo trasladen rápido, pero si un colectivo se queda sin suficientes frenos más vale parar. Hay un montón de factores que hacen que no se pueda prestar un buen servicio, pero tampoco es algo que sucede todos los días.”
Finalmente, Posternak puso el acento en la baja rentabilidad y el alto costo que le habría generado a la empresa que preside el hecho de haber brindado un servicio en zonas de muy baja rentabilidad: “Nosotros no podemos decir que no tenemos nada de culpa, pero también estuvimos brindando el servicio por barrios que tardaron un año en llenarse de gente y eso hace que uno se vaya recuperando muy despacio.”