El Polideportivo es mitad de la Provincia y mitad del municipio pero nadie se hace cargo del mantenimiento

El concejal Martín Santana (PJ), en la última sesión del Concejo Deliberante, presentó una minuta de comunicación donde llamaba la atención sobre el estado del polideportivo. “Yo creo que es bastante fácil y con pocos recursos se puede hacer. Dentro de los recursos que se posean, tanto materiales como humanos, y siempre que el presupuesto lo permita se trate con algunas tareas de desmalezado, colocación de artefactos lumínicos”, indicó.
El edil consideró que es imprescindible recuperar las instalaciones porque “es cada vez más la gente que lo utiliza tanto para hacer deportes matear como para algún entrenamiento específico”.
Aunque consideró que la pista de atletismo, “no está tan mal”, el sector destinado a la práctica de otros deportes, inclusive la parte de elongaciones y el acceso, “están bastante complicados”. Uno de los inconvenientes es que “ingresan con vehículos que no están permitidos porque los cerramientos no existen”.
Además, sostuvo que se han formado algunos micro-basurales. “Enfrente de la pileta se ha formado un pequeño micro-basural que debería ser erradicado inmediatamente”, indicó.

Falta de mantenimiento

Analía Molina, la rectora del ISEF, dijo que las instalaciones constituyen un terreno “conflictivo” porque durante muchos años se pensaba que la tierra pertenecía al municipio. Pero parte de los terrenos es propiedad de la Provincia. “Hubo problemas de jurisdicción”, señaló. En realidad, la calle central que divide transversalmente el terreno es el límite: hacía el este las tierras pertenecen a la provincia (fueron cedidas por la Nación) y al oeste al municipio.
La pileta, la pista de atletismo y el playón ya tienen 25 años de antigüedad. “No sé si hay muchos playones que ha durado el tiempo que ha durado ese. A pesar de las grietas que tiene, fueron construcciones hechas muy seriamente y no han tenido ningún mantenimiento. Están en un estado que es lamentable”, expresó Molina.
Respecto de la pista de atletismo, construida en 1980, la rectora señaló que debería haber sido mantenida con diversas capas de polvo de ladrillo y se deberían haber destapado los desagües. “El centro de educación física y la municipalidad tratan de mantener aportan algunas cuestiones pero no han sido eficientes los recursos con los que hemos contado para poder mantener eso en buenas condiciones”, argumentó la rectora.
Enrique Da Costa Leites, un profesor de educación física que entrena a jóvenes atletas en la pista, señaló que la pista se encuentra en un estado “aceptable”. Incluso, admitiendo la falta de mantenimiento, dijo que “se la banca” porque fue construida respetando los conceptos que requiere una pista. “Tiene todo según la teoría”, precisó. Y aseguró que la lluvia no genera mayores inconvenientes. “Si bien se tapan algunos desagües el agua se evacua rápidamente. Si a la mañana llueve bastante, a la tarde ya se puede correr”, indicó.
Para la pileta, hace unos años atrás, había un proyecto de climatización que quedó trunco. “Un trecho a medio hacer, una caldera tirada afuera. En esas gestiones hubo un dinero destinado a una climatización que nunca se concretó”, reveló la rectora. Actualmente, los alumnos deben pagar al club Salto Grande el alquiler de la pileta. “No queda otra porque la pileta del polideportivo está sin climatizar. La podemos usar un mes en diciembre y cuando empiezan las clases en febrero. Aparte, no hay otra pileta climatizada que nos permita dar las clases de natación”, expresó. Los alumnos también reclaman que el Estado se haga cargo del alquiler de la pileta.
En cuanto a la seguridad, Molina sostuvo que “he mejorado bastante” desde que se instaló en el centro del Poli un destacamento de Policía motorizada. De todas maneras, “cuando la motorizada sale a hacer operativos, ha ocurrido que por ahí se aprovechan esos momentos”, indicó la rectora. No obstante, dijo que no diría que es “tierra de nadie”. En otras épocas, a los alumnos “los vivían asaltando”. Durante la noche, la iluminación es “escasísima”. “En la época que se puso iluminación, después se robaron los cables, los focos”, recordó la titular del Isef.

Aulas clausuradas

El edificio donde dan clases tiene graves problemas de infraestructura. “Tenemos el 60 % de edificio derruido y es casi imposible de utilizar”. Seis aulas están clausuradas desde el 2003. “Hay peligro porque se han caído los techos; han cedido los pisos. Detona la zona oeste la mampostería se derrumbó”, expresó.
Sólo pueden utilizar tres aulas y el problema es que funcionan nueve divisiones. “Hay gente que está dando clases sentada en el pasto, en el playón”, dijo Molina. Los días de lluvia tienen un “gran problema”. Se improvisan aulas en el pequeño salón que hay en el ingreso, en los pasillos. “Todas las materias que se dan tienen teoría”, expresó la rectora, para aclarar que la enseñanza de Educación Física no implica que los alumnos sólo practiquen diversos deportes.
La parte más antigua del edificio tiene más de 100 años. “Perteneció al Ejército, después al INTA, funcionó la escuela agrotécnica”, recordó. Al cuerpo principal se le anexaron algunas dependencias. “Un pedacito de techo sobre la parte de un pequeño gimnasio, que es el que compartimos con el Centro de Educación Física. En esa aparte, donde hace seis o siete años se hizo algunos arreglos en los sanitarios y en los techos, está un poquito aparentemente más nueva pero es un edificio muy antiguo”, dijo Molina.
El edificio carece de todas las dependencias comunes a cualquier escuela: secretaría, rectoría, sala de profesores, biblioteca, sala de informática. Sólo existe una sala de materiales donde guardan los el elementos deportivos, una “oficinita” utilizada como preceptoría y dirección. “Lo demás no se puede usar. Hay un pequeño gimnasio hacia el lado este. El resto no podemos utilizar nada porque ya se corre el riesgo altísimo porque está en un estado de derrumbe”, expresó.
El viernes de la semana pasada, alumnos y docentes se movilizaron para reconstruir el edificio. “Ha dado resultado porque el martes viajamos a una reunión en Paraná con el director de Arquitectura (Oscar) Marelli y estuvo la presidenta del CGE (Consejo General de Educación) (Graciela Bar) y el arquitecto Federicks”, señaló.
La comunidad educativa pudo conseguir financiamiento para la primera etapa. “Sería la parte áulica y sanitarios”, dijo. El último viernes, Molina se reunió con Ricardo Truffa, director de la zonal de Arquitectura, y Saúl Dri, director departamental de escuelas, y analizaron diversos aspectos de la obra: por donde comenzaría y cuantas aulas se incluirían.
“La idea es rescatar parte de esa construcción porque es un edificio que es patrimonio histórico-cultural. Hay que preservar parte de ese esqueleto, del edificio antiguo, y dentro de ese esqueleto construir las aulas para refuncionalizarlo”, indicó Molina.
Parte del ISEF funciona de noche en la escuela Vélez Sarfield. No obstante, “el ámbito propio del Instituto es el polideportivo y si nosotros contamos con las aulas adecuadas, el instituto se trasladaría de la escuela Vélez Sarfield que está abarrotada de gente desde las 7 de la mañana hasta las 11 de la noche”, expresó Molina. Además, dijo que las condiciones no eran las más adecuadas. “Imaginate que un estudiante de Educación Física sentado en sillitas de escuela primaria desde las seis de la tarde hasta las 11 de la noche”, ejemplificó.

Política integral ausente

Da Costa Leites aseguró que hace poco tiempo debió realizar una colecta con algunos de sus alumnos para juntar $ 30 y el dinero se lo otorgó a Centro de Educación Física para que se encarguen de cortar el pasto. “No puede estar eso como está, afuera hace tres meses que nadie corta”, dijo el profesor, quien prefirió la semana pasada ir a entrenar al Donovan Polo Club. “Los militares lo tienen como un jardín”, señaló. A su criterio, falta una política general de mantenimiento.
“Creo que hay que volver a pensar en el Polideportivo como un proyecto global, en todos estos conceptos, la iluminación, la seguridad, la infraestructura, el Instituto, el Centro de Educación Física, la parte de abajo con el albergue, el estadio de fútbol”, aseguró la rectora del Isef. “Hay que mejorar las articulaciones institucionales para generar proyectos donde se atienda al conjunto y no cada uno que cuidemos nuestra quintita”, indicó.

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