El policía que allanó el domicilio de Zabala confirmó que la orden tenía otra dirección

Según detalló el abogado defensor, Arce dio una versión opuesta a la del delegado judicial de aquel momento, Martín Núñez, relacionada a cuando se dieron cuenta de que el domicilio que en el que estaban no coincidía con el que estaba escrito en la orden de allanamiento. También dijo que lo atendió la esposa de Zabala y no, como dijo Núñez, que fue mi defendido que lo recibió.  Luego explicó más o menos cómo fue el procedimiento, confirmó que le ordenaron el secuestro de cosas que no tenían en el mandamiento y que efectivamente, el lugar que allanó era en Sarmiento 1964 y no 1974, como decía la orden. “O sea, concordó con muchas de las cosas que expusimos nosotros”, remarcó Briceño.

Briceño contó además que el policía también confirmó que no había encontrado el número de serie en la carpa denunciada, ni ningún otro número individualizador, como aparece en la carpa ahora con un código de la empresa perfectamente visible. Incluso remarcó que de haber visto algún número,  hubiera dejado constancia.  “A parte, como se acusa a mi cliente de que muchas de las cosas estaban ocultas, le pregunte si efectivamente lo estaban y me dijo que no: que algunas cosas estaban debajo de la cama pero quizás por falta de espacio o porque no se usaban frecuentemente”

En ese contexto, Briceño aclara que Arce dejó “bien en claro” que desde un primer momento, desde la notificación del allanamiento, su defendido se presentó como Jorge Armando Zabala y que su domicilio era Sarmiento 1964. No obstante, pese a la diferencia con lo escrito en la orden de allanamiento, igualmente se ingresó, se requisó y “supuestamente” después se le comunicó la situación al fiscal y éste, “supuestamente” le requirió al juez quien no dejó ninguna constancia de que había ampliado la orden en su expediente como era su obligación. 

“Todo lo relativo a los actos definitivos y productibles que afectan garantías constitucionales y demás, tienen que ser plasmados en papel aunque sea de manera informal en manuscrita o como sea, pero que diga que en tal día y a tal hora, el fiscal tal informa que hubo un error pero efectivamente el domicilio era el que pretendíamos, por lo que se pidió autorización para allanar el otro domicilio…etc.”, explicó Briceño. “No hubo nada  de eso, con lo cual yo no tengo porqué creer en la palabra del delegado, ni del juez, ni del oficial. Si no está corroborado lo que sucedió queda como entre casa y como que no se quieren hacer las cosas como manda la ley”

Finalmente, el letrado recordó que Arce ratificó también que la mayoría de las cosas que secuestraron estaban uso, como es el caso del calefón y que a eso lo hizo desde el primer momento por lo que eso ya estaría fuera de discusión. “Yo creería, por lo que se advirtió ayer, que el fiscal Fabio Zabaleta ingresó la incorporación como efecto o como prueba del efecto, sólo la carpa, que esta sumamente cuestionada por distintas razones aparte del procedimiento”. 

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