El policía acusado de doble homicidio podría seguir encarcelado bajo prisión preventiva

Sotelo prestó declaración de imputación ayer (denominada por el Código Penal recientemente reformado como declaración indagatoria) y enfrenta la acusación de doble homicidio calificado. A partir de esa instancia, el fiscal tiene 24 horas para pedir la audiencia de prisión preventiva. En esa instancia participan tanto el acusado como el juez de garantías, José Costa, y la defensora oficial, María del Luján Giorgio, que asiste en esta instancia al policía encarcelado.
Aunque se desconoce que formulará Guerrero, la audiencia ya la solicitó y se descuenta que el pedido obedece a que la intención es que Sotelo no quede en libertad al menos hasta que se lleve a cabo el juicio oral. Una vez llevada a cabo la audiencia, el juez de garantías tiene 48 horas para decidir.
Entre otros elementos reunidos en la causa, se sabe que las dos armas (la del acusado y la del sargento asesinado) fueron recuperadas por la Justicia. Asimismo, la fiscalía tomó 13 testimonios el mismo día del hecho.
Ese domingo por la madrugada, cerca de las 2, Cabral se encontraba en la base junto a otros choferes esperando un pasajero. Hacía un año que trabajaba en Remisses Visión, según contó la propietaria. Era la propietaria de un Fiat Uno pero sólo manejaba en horas de la noche porque un chofer se encargaba durante el resto del día. Sotelo bajó de un patrullero y pidió un auto. “Había un auto adelante y justo salió con un pasaje. Después le tocaba el turno a ella y bueno, se subió en el auto. Puede haberle tocado a cualquiera”, aseguró Almirón.
Los riesgos que corren los choferes que trabajan de noche son “normales”. No obstante, el doble homicidio perpetrado puede cambiar algunas cuestiones de ahora en más. “Éste es un hecho desencadenante de mucho temor porque ahora sí es como que la gente tiene miedo”, sostuvo la propietaria de la agencia. Esta mañana, los trabajadores del volante hicieron una marcha para solicitar el incremento de las medidas de seguridad para trabajar.
Entre otras cuestiones, los choferes piden tener contacto directo con la Policía. “Si hubiese un canal más directo quizás hubiese sido más rápida la respuesta”, evaluó la propietaria de la agencia. Y otra solicitud es la de incrementar los controles en las calles. “Eso ayuda mucho”, dijo Almirón.
Lo paradójico es que los choferes solicitan medidas de seguridad a la Policía pero allí prestaba servicio el presunto doble homicida. Esa situación torna confuso cualquier marco de análisis racional. “Esto es lo más lamentable y los más inquietante. Es la institución que nos debe prevenir del delito. ¿A quien le vamos a pedir sino?”, dijo Almirón.

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