El PEA se creó en mayo del año pasado con la intención de establecer los principales lineamientos del sector agroalimentario argentino. Desde entonces, participaron 53 universidades nacionales, 150 cámaras empresarias, las 23 provincias del país y organizaciones rurales y sociales.
Cristina Fernández tenía previsto presentarlo un mes atrás en la residencia de Olivos, pero un temporal canceló el acto.
Entre los presentes, habrá representantes de diversas cooperativas. Hasta ayer a la noche estaba previsto que uno de los oradores del acto fuera Carlos Trevisi, presidente de Agricultores Federados Argentinos, quien ya se reunió con la presidenta en julio de este año. La AFA es una cooperativa que nació hermana de Federación Agraria Argentina (aunque hoy sus direcciones no sean las mismas). Como único ente jurídico, es el principal originador de granos del país, con un acopio del orden de las 3,4 millones de toneladas anuales, para lo cual cuenta con plantas de acopio propias, con capacidad para almacenar alrededor de 2,5 millones de toneladas.
Las cooperativas son, al fin, la forma que encontró el gobierno nacional de intentar acotar el proceso de concentración que lleva décadas en la argentina rural. “Nosotros alentamos una mayor participación de las cooperativas para evitar, entre otras cosas, la cartelización. Estas entidades son determinantes en el proceso económico. El espíritu solidario del campo está en el trabajo de las cooperativas”, advirtió en las últimas horas el ministro Julián Domínguez. “Las cooperativas son un motor esencial. Y esto no implica que no vayan a participar las empresas de este proceso. Pero es una herramienta a la que en otros procesos económicos se le dio mucha menos importancia. Y nosotros les damos un gran impulso con subsidios y tasas preferenciales”, le explicó a este diario, el subsecretario de Agricultura Oscar Solís.
El PEA estima que en 2020 la producción de granos trepará a 157 millones de toneladas. La soja seguiría siendo el cultivo de mayor peso, con 70,9 millones, pero se calcula que crecerá, en proporción, menos que el maíz. La oleaginosa llegaría a un 34% de aumento, y el maíz, a un 106%. El trigo, entre tanto, pasaría de una cosecha de 14,7 millones a una de 23,1 millones (57%); y el girasol pasaría de 12,5 a 19,1 millones de toneladas, con una expansión del 45%. De este modo, se atenuaría la incidencia de la soja en la canasta de cosechas, ya que pasaría de representar la mitad de los granos a significar un 46,6%.
Cristina Fernández también explicará que después de cuatro años donde se perdieron 10 millones de cabezas, se espera que el sector ganadero crezca un 70%. El mayor incremento, calculan, sería el de los porcinos, que aumentarían un 197%.
El aspecto social de las metas del PEA es dar vuelta, por primera vez en muchos años, la disminución de la cantidad de productores rurales. El PEA se propone que en 2020 haya 100 mil productores más que en la actualidad. Y llevar la cantidad de cooperativas de 1032 a 2000. Crear mercados alternativos de comercialización, entre ellos 400 ferias francas, para distribuir alimentos de pequeños y medianos productores. Es lo que en el gobierno llaman “democratización de la producción” que incluye un fuerte aumento de la mano de obra en el sector.
La frase
DOMÍNGUEZ. “El PEA no es un anuncio más. Es el trabajo conjunto de docentes, técnicos, productores que tiene como resultado un plan a largo plazo, y la formación de dirigentes que es esencial para llevar adelante este Programa histórico en el país.”
