La determinación, según explicó Víctor Fassi, vocal del CGE, no implica el aplazamiento definitivo del proyecto sino sólo una postergación. “Está la decisión de incorporar la educación sexual a la currícula, lo que pasa es que el plan que se había diagramado cosechó opiniones dispares, y por eso surgió la necesidad de consensuarlo. Por lo que suspendemos su inicio de modo de poder reorganizar la capacitación que debía comenzar en estos días”, dijo Fassi.
La principal voz discordante en torno al programa de educación sexual surgió de la Iglesia Católica, que a comienzos de este año hizo saber que no compartía su implementación y, a la vez, puso en tela de juicio los contenidos pedagógicos.
Al respecto, a través de uno de sus voceros, el padre Sergio Jacob, titular de la Junta Arquidiocesana de Educación Católica, sostuvo que en la iniciativa no existía “un concepto integral de persona, como creada por Dios, a imagen y semejanza. No aparece que la persona sea varón o mujer, sino que se lo trabaja desde la perspectiva de género, o sea que cualquiera puede optar por su identidad sexual”. Y que además era “anticristiano”.
La propuesta fue motorizada en 2004 por el ex vocal Roberto Matteoda. Para eso, se había conformado un equipo de técnicos, al mando de la profesora Silvia Darrichón, que ya había seleccionado un equipo de 50 docentes que a mediados de este mes debía dar comienzo a la tarea de formar a profesores.
En realidad, mucho antes de que se produjera el recambio en Educación —dimitieron los vocales Roberto Matteoda, Alejandro Richardet y Carlos Suárez, y en su lugar llegaron Víctor Fassi, Víctor Migueles y Ana Nelly Del Mestre de Pimentel— desde el Gobierno habían decidido “bajar” el tono de la discusión en torno al plan de educación sexual a la espera de alcanzar un consenso con la Iglesia Católica.
De todos modos, el propio Matteoda había aventurado la posibilidad de empezar con el trabajo en 150 escuelas de toda la provincia a partir del ciclo escolar 2005, que dará comienzo el próximo 1º de marzo.
Ahora, sin embargo, todo vuelve a fojas cero.
Un plan alternativo
La Iglesia Católica conformó un equipo propio de profesionales que tienen a su cargo delinear las bases de un plan alternativo de educación sexual que se instrumentará en los establecimientos educativos confesionales de la provincia, y que será diametralmente opuesto al que pretendió llevar adelante el Gobierno provincial.
Esa comisión, cuyo fin es elaborar los lineamientos centrales del plan de educación sexual para escuelas católicas, la integran, entre otros, el titular de la Junta Arquidiocesana de Educación Católica, el presbítero Sergio Jacob; el párroco de Nuestra Señora del Carmen y profesor de Moral, Luis Anaya; el sacerdote Miguel López, quien además es psicólogo; y una licenciada en Gestión Educativa, Cintia Rivera. También participa de las consultas el delegado episcopal para la Familia, el presbítero Héctor Rodríguez.
“Ya estamos haciendo las consultas con el objetivo puesto en elaborar un proyecto común. Esta semana tenemos previsto reunirnos con autoridades del Consejo de Educación para dar a conocer nuestra propuesta, que apunta a trabajar en una idea dirigida a nuestras escuelas. Es una propuesta alternativa: el Gobierno, si quiere, que siga con su propio plan para sus escuelas; nosotros vamos a capacitar a aquellos docentes y padres católicos que quieran sumarse, estén o no en escuelas católicas. Está dirigido a toda la comunidad”, dijo el padre Jacob.