Posteriormente comenzó a relatar la evidencia hallada que lo incrimina a Marsicano. El fiscal recordó que luego de que el acusado diese aviso a la Policía, observaron excoriaciones en ambos antebrazos. Ese mismo día, cerca de las 13, decidieron ordenar un examen médico para constatar dichas lesiones y otras más en el cuerpo de Marsiscano. El médico policial indicó que tenía excoriaciones en el codo, antebrazo y el brazo derecho y eritemas en la cara transversal del antebrazo izquierdo. “Los médicos manifiestan que estas excoriaciones son compatibles con el ropero roto donde estaría la suma de dinero sustraída; porque fue roto con una pala”, indicó.
Los investigadores secuestraron astillas y vello del ropero fraudulento pero aún no están los resultados de las pericias. “Lleva tiempo hacer todos los análisis de ADN”, señaló el fiscal. En la mano izquierda de Marsicano fue detectada la presencia de plomo y bario. Posteriormente, el mismo acusado manifestó que es diestro, negando importancia al resultado del peritaje.
Otra de las pruebas incriminatorias es la presencia de Marsicano y Rosatelli en la filmación efectuada por las cámaras de un drugstore denominado “La Mona”, que suele estar abierto hasta altas horas de la noche, ubicado a escaso metros del domicilio del acusado por calle Balcarce. “Las imágenes son irrefutables porque vienen de un comercio donde habían cenado, se bajan a ese domicilio, van dos veces a comprar al kiosco donde están filmadas sus caras, sus vestimentas. Luego estas dos personas salen del domicilio de Marsicano e ingresan ambos a la camioneta y salen con rumbo desconocido”, indicó. Lafourcade acentuó que las filmaciones fueron tomadas tres horas antes de la muerte, según las pericias, que se produjo alrededor de las 5:22.
Otra cámara, ubicada en la estación de servicio de San Lorenzo y Eva Perón, captó a una persona de sexo masculino con las mismas características físicas y vestimenta similar a la que poseía Marsicano “con un particular tranco de caminata”. La persona filmada se baja de la camioneta de Rosatelli abandonada en avenida San Lorenzo y en la esquina de Urquiza toma hacia el sur. Las imágenes están siendo objeto de pericias para mejorar la definición.
Más adelante, Lafourcade sostuvo que en el dormitorio de Rosatelli se secuestraron dos cajones de madera. Uno estaba roto y coincide con un hematoma hallado en una de las piernas del acusado. “Al ser pisado, se produce un efecto rebote que le da en la pantorrilla a Marsicano”, detalló.
También se levanta de la casa una camisa verde y blanca con pedazos de madera compatibles del ropero roto. Marsicano la arroja del living a otra habitación. Además raudamente abrió un cajón e intentó sacar unos cartuchos en presencia de los testigos y del oficial. Un revolver Rubi Extra calibre 32 largo fue hallado en la casa de Rosatelli “en una bacha con un chorro de agua”. “Indudablemente fue puesto ahí por quien efectuó el disparo y se puso a lavar para borrar rastros”, señaló Lafourcade. El proyectil extraído del cráneo de Rosatelli está siendo analizado en el Superior Tribunal de Justicia.
Marsicano intentó ocultar cartuchos 32 largo y uno de ellos está percutado sin explotar. Un perito del STJ concluye que el proyectil hallado en el cráneo de la víctima fue disparado por el revolver que se encontraba lavándose y el cartucho percutado también por la misma arma. Y pidió a otro oficial que sacara las balas del allanamiento porque “lo incriminaban”.
En la casa de Marsicano se secuestraron US$ 64.353 y $ 401.800. En un primero momento, pidió que “le den una mano y que no le secuestren el dinero”.
La víctima y el presunto victimario “compartían largas noches de copas muy a menudo”, dijo el fiscal. En tal sentido, un análisis toxicológico efectuado al cadáver reveló un alto grado de alcohol en la sangre.
La contundencia de las pruebas choca con la carencia de móvil para cometer el crimen. Lafourcade admitió que Marsicano goza de una buena posición económica. “Es una persona que no está famélico ni nada. Está bien alimentado”.
Si bien admitió que Marsicano estuvo en todo momento a disposición de la Justicia debido a que dio aviso, se prestó a realizar las pruebas y se presentó espontáneamente el día en que fue imputado, Lafourcade señaló que, durante el allanamiento, el acusado cometió actos “groseramente entorpecedores”.
En ese sentido, sostuvo que limpió “la escena del crimen”. “Se encontraron los vasos limpios, botellas de vino totalmente limpias con un trapo y el arma homicida bajo el agua”, señaló.
Lafourcade argumentó que había “peligro de fuga” por la pena de prisión, que es de aplicación efectiva, más tratándose de una perpetúa. Y tomó en cuenta los dichos del acusado en los diarios, cuando manifestó que si quería se hubiera ido del país. “Es cierto, cuenta con medios para vivir holgadamente en la clandestinidad”, señaló.
Aún queda por saber los resultados de varias pruebas como las astillas secuestradas del cuerpo y la camisa y las llamadas telefónicas. En ese punto, el fiscal acentuó que las empresas de telefonía actúan “vergonzosamente” por el retraso en dar a conocer lo solicitado. Además faltan las pericias sobre los celulares.
Peligro de fuga
Pos su parte, el abogado querellante Marcos Rodríguez Allende, representante de Sergio Rosatelli, hijo de la víctima, se explayó sobre los riesgos que correría la investigación con el acusado en libertad. “No estamos ante un simple homicidio, común y corriente, efectuado en la vía pública con algunos testigos”, señaló. Por el contrario, señaló que se trata de una causa de “extrema complejidad”, definición que repitió varias veces. Luego de la audiencia, ante la consulta de DIARIOJUNIO, el abogado sostuvo que se refiere a las características del homicidio. “Fue a puertas cerradas, entre amigos, en un lugar descampado”, explicó, en torno a la imposibilidad de encontrar un testigo directo del hecho, situación que a criterio de la parte acusadora fue premeditada.
“Estamos hablando de una premeditación, una organización mental que ha tenido el imputado de llevar a la víctima al lugar. Recordemos que se lo mata durmiendo en su cama, en un estado total de indefensión. El imputado, aprovechando esas circunstancias, del alcohol que tenía, le efectúa en forma cobarde un disparo en la nuca”, indicó
“Existen riesgos procesales. No se le puede otorgar la excarcelación en este momento”, sostuvo. Y añadió que el dictado de la prisión preventiva no puede ser tomado como un “anticipo de pena”. “Es para desarrollar con normalidad este complejo proceso”, añadió Rodriguez Allende.
La calificación legal es “extremadamente grave” debido a que se trata de un homicidio “doblemente calificado y doblemente agravado”. En consecuencia, el letrado señaló que se debe tener en cuenta esa situación para medir el riesgo de fuga.
En algunos tramos de su intervención, Rodríguez Allende valoró positivamente la tarea de Lafourcade, a pesar de que sólo transcurrió una semana del homicidio. A tal punto ponderó la labor que, si bien no se estaba celebrando el juicio oral, si hubiese sido así las evidencias “son tan contundentes y claras en contra del imputado que solo le restaría al fiscal determinar la pena”, señaló el abogado querellante.
El abogado paranaense recordó que por el estrado deberán pasar varios testigos civiles y policiales. Y valoró esas declaraciones como “altamente importantes”. Por ello, sostuvo que deben declarar “con suma tranquilidad” y dejó en claro que eso no se podría lograr con “el imputado en las calles” de la ciudad.
Rodríguez Allende suscribió el entorpecimiento de la tarea a la que hizo referencia el fiscal. “Lo hace aparecer como un robo de personas desconocidas o que conocían de un ambiente o de una venganza. Lo dijo públicamente: ‘esto podría ser una venganza a la víctima’”, citó a Marsicano.
Asimismo sostuvo que “intentó hacer aparecer como que se intentó robar la camioneta y se la trajo a muy pocas cuadras del centro”. Para el abogado, la intención de Marsicano era hacer aparecer como que la investigación “tenía que ir por otros caminos”. «¿Por qué quería esconder las balas?, quería esconderlas porque son realmente comprometedoras. Una de ellas es la percutida por el arma que mata a la víctima”, enfatizó.
Para el abogado paranaense, sólo los hijos y Marsicano sabían donde se ocultaba el dinero porque tenía una relación muy cercana. “Aprovecha la oportunidad, efectúa el disparo para producir los golpes en esa tarima de madera” señaló. Y añadió que las lesiones en los brazos se produjeron por haber introducido los brazos en la madera.
Respecto de la posibilidad de que intente fugarse, Rodríguez Allende se basó en los dichos de Marsicano y sus expresiones de que no estaría en el país si fuese el autor. Y puntualizó que, cuando lo dijo, no estaba imputado, diferente de la situación actual. “Si generamos la excarcelación, lo primero que va a hacer es fugarse del país”, indicó.