La presentación del libro, está organizado por Ediciones Guayacán ; por el Movimiento Social Solidario y Participativo (MSSP) de Concordia y la Agrupación de Educación Popular «Claudio Pocho Lepratti».
En Tierramemoria tienen cabida las voces de Pocho Lepratti y del Barrio Ludueña, de Rosario; de los campesinos del noroeste de Córdoba y de los descendientes collas de Abra Pampa, Jujuy; también las atrocidades de la dictadura a través de los relatos de Pecas, de los años setenta, y de Martín, miembro de H.I.J.O.S, Córdoba, entre otras historias.
Muy pocos olvidaron su cara desfigurada a golpes en las pantallas de los televisores y muchos lo identifican como “el tipo que hizo llorar a Duhalde en el programa de Mariano Grondona”. Pero, obviamente, su trayectoria profesional va más allá de esos hechos. López Echagüe publicó en diversos medios de la Argentina y el exterior, fue redactor de las revistas Humor y El Periodista, del diario Página/12, y corresponsal del periódico O´Globo, de Río de Janeiro. Entre sus libros, se destacan: El enigma del general (1991), Gajes del oficio (1993), El otro (1996), La frontera (1997), Palito. Detrás de la máscara (1998), El hombre que ríe (1999), Como viejos lobos (2001) y La política está en otra parte (2002). El otro, la biografía de Eduardo Duhalde, fue el libro de no ficción más vendido de la década del noventa.
Hace más de seis años que López Echagüe vive en Punta Gorda, Uruguay. “Irme fue una elección y también una decisión fundada en el hastío que me causaba la hipocresía política y también la sutil o a veces directa censura que comencé a padecer por parte de los medios de comunicación. Una gran paradoja, porque las editoriales suelen recibir y publicar con satisfacción mis libros, pero ningún medio acepta una colaboración mía. Hay temas de los que no se puede hablar. Basta que en una nota recuerde que Néstor Kirchner fue uno de los más activos entregadores de las riquezas naturales del país, comenzando por su provincia, para que me miren mal. Hasta mencionar que Aníbal Fernández estuvo prófugo de la justicia apenas diez años atrás, cuando era intendente de Quilmes, parece pecaminoso. En ocasiones publico alguna contratapa en el semanario Brecha, de Montevideo, y colaboro, en forma gratuita, con algunos medios alternativos”, cuenta.
En Uruguay lo retiene la tranquilidad. Pero desde que se mudó, comenzó a viajar por Argentina más que nunca, en busca de historias para sus libros. “Incluso, a mis mejores amigos argentinos los he conocido a lo largo de los últimos años, y casi todos son del interior del país. Alejarme sirvió para achicar distancias con una realidad que la locura y la soberbia porteñas no me permitían ver en toda su magnitud”, agrega. No obstante, piensa en el regreso, “quizás en un par de años”. Pero todo depende de que se produzca cierta apertura periodística. “Lentamente se está construyendo una nueva forma de hacer periodismo. Así lo veo, al menos, en medios alternativos. Es necesario volver a la calle. No se puede hacer periodismo desde una butaca, teléfono en mano, recurriendo exclusivamente a fuentes oficiales. Si algo de eso ocurre y, claro, si alguien me contrata, posiblemente regrese. De lo contrario, prefiero seguir viviendo precariamente de mis libros”, aclara.
Sobre Kirchner, opina con dureza: “Es evidente que no ha hecho nada por mitigar al menos un poco la situación de exclusión social. Según las estadísticas oficiales, todo empeora cada día. Su aceptable política en el terreno de los derechos humanos y la renovación de la justicia, es por completo incongruente con sus ideas en materia de política económica. Me parece excelente que reivindique la memoria de los desaparecidos, pero mal no haría en reivindicar su lucha, sus principios. El problema de Kirchner es él mismo, su terrible indecisión, esas cosas de gritar que no saldrá un solo peso hacia el FMI en tanto exista un chico que se muera de hambre, y una semana más tarde girar 3.000 millones de dólares al Fondo. Creo que Kirchner disfraza y enmascara la realidad y, por momentos, bordea la mentira. Eso cuando no cae directamente en el engaño”, cuestiona.