Mayol les explicó a Salvat y su compañera de bloque, María Eugenia Todone, que el ramal pertenece al Ferrocarril Urquiza y actualmente está en manos de la empresa Belgrano Cargas y Logística. “Ellos toman la decisión de cortarlo”, dijo Salvat. El único argumento que les dieron a conocer es que un municipio no puede tomar la decisión de abrir un paso a nivel. Lo tiene que hacer el ferrocarril. “Nunca se había hecho el pedido ni los trámites correspondientes desde el municipio para hacer la habilitación. Es más, en ese momento vino Frigerio y lo inauguró”, dijo Salvat.
La avenida 1° de Mayo une los barrios del norte de Chajarí con la zona céntrica. “Es una avenida muy transitada”, indicó. También está la avenida 9 de Julio, la principal de la ciudad, pero los automovilistas deben desviarse entre seis y ocho cuadras desde 1° de Mayo para llegar a 9 de Julio cuando van hacia el norte.
El edil destacó que no obtuvieron una respuesta inmediata pero se quedaron con el compromiso de Mayol de hacer todos los trámites para que se abra el paso a nivel. “Es una picardía que eso no se pueda habilitar. Sólo hay que sacar una barrera y no perjudicaría en nada a los trenes”, señaló.
Inauguración frustrada
La construcción de la alcantarilla puente fue una obra que el gobierno de Chajarí ejecutó con fondos nacionales del denominado proyecto Fusión: una iniciativa de intervención urbanística y de mejoramiento de hábitat que se concretó en el polígono del sector comprendido entre avenida 25 de Mayo, Avenida José Iglesias, vías del Ferrocarril y el Arroyo Yacaré, en lo que anteriormente se conocía popularmente como barrio El Infierno.
La inversión nacional en este lugar rondó aproximadamente los $ 65 millones. De ese monto, $ 55 millones fue el monto del convenio inicial y luego se firmó la ampliación del mismo, por $ 10 millones, para la realización de la conexión norte-sur (que une la trama urbana con la apertura de la Avenida 1º de Mayo desde Av. 25 de Mayo hasta José Iglesias) y la consolidación de los márgenes del arroyo Yacaré.
No obstante, un mes más tarde de su inauguración, en octubre de 2019, el paso a nivel estaba clausurado. El actual diputado provincial Rubén Dal Molín, secretario de Gobierno del municipio de Chajarí en ese entonces, explicaba el 21 de octubre de ese año que “el corte de la alcantarilla puente se debe a un trámite eminentemente burocrático y no tiene sentido el cierre”. “Nosotros enviamos una nota al Ferrocarriles expresando la voluntad de abrir y ellos nos mandaron una documentación que debe estar realizada en función de unas normas, donde los ingenieros debieron completar un sin número de documentación que se van colgando en la página y se tienen que entregar de forma física la semana que viene en la oficina de Ferrocarriles, en Buenos Aires”, indicaba al portal del gobierno de Chajarí.
“Otro aspecto tiene que ver con la responsabilidad y las atribuciones que tenemos los Municipios, según la Constitución. Nosotros tenemos derecho a abrir los paso niveles que entendamos que mejorarán la calidad de vida de los ciudadanos, dentro del ejido. Por otra parte, otro artículo refiere a que estamos autorizados a definir los cruzamientos de ferrocarriles. Es decir, desde lo Constitucional, tenemos todo el derecho del mundo a hacer lo que hicimos. Solo nos queda cumplir con algo burocrático, que ya habíamos iniciado. Por ello, me parece precipitado el cierre que han hecho ya que estamos cumpliendo en los tiempos que la preparación de la documentación correspondiente requiere”, concluía Dal Molín. Tres años más tarde, el cruce sigue cerrado.