“Es triste; es una cosa que no se ha visto antes tan alevoso que haya destruido tanto. Hay una destrucción enorme y seguramente una gran pérdida”, indicó Céspedes. “La madera se puede juntar pero los techos, los cables y todas esas cosas que ha arrancado, columnas; ha hecho un desastre”, añadió.
Los destrozos en los aserraderos se producen en medio de una situación de incertidumbre porque la actividad, luego de la crisis mundial de 2008, se recuperaba lentamente mediante la reanudación de la venta a los mercados. “Había un parate, estaban trabajando y de repente hubo bajones y después se volvía a trabajar bien y en este momento se volvía a trabajar bien”, dijo Céspedes.
El sindicato perdió cerca de 200 afiliados durante el transcurso de la crisis y su número de asociados quedó cerca de los 400. “Quedaron muchos afuera. Aparte los que trabajan en los montes están con otro gremio y otro poco que están ‘en negro’ y ahora vino esto”, añadió.
Mañana, los obreros que trabajan en las empresas radicadas en el Parque vuelven al trabajo. “Tienen que juntar las maderas que se desparramó, sacando las chapas rotas, levantando las columnas. Es asombroso los árboles tan grandes, unos eucaliptos que no sé cuantos años tendrían que están tirados en el suelo, atraviesan la calle”, expresó Céspedes.
