martes 14 de octubre de 2025

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El Papa instó a \”no contentarse con reprimir la delincuencia\” sino ayudar a \”recapacitar\”

La carta, fechada en el Vaticano el 30 de mayo pasado, asegura que "el Señor ha ido enseñando que hay una asimetría necesaria entre el delito y la pena, que un ojo o un diente roto no se remedia rompiendo otro" y que se trata de "hacer Justicia a la víctima, no de ajusticiar al agresor".

En este sentido, la misiva firmada por el papa Francisco, plantea que "sería un error identificar la reparación sólo con el castigo, confundir la Justicia con la venganza, lo que sólo contribuiría a incrementar la violencia, aunque esté institucionalizada".

"La experiencia nos dice que el aumento o endurecimiento de las penas con frecuencia no resuelve los problemas sociales, ni logra disminuir los índices de delincuencia", sostiene el texto y agrega: "Cuántas ocasiones se ha visto al reo expiar su pena  objetivamente, cumpliéndola, pero sin cambiar interiormente ni restablecerse de las heridas del corazón".

La carta detalla también que de los medios de comunicación "depende informar rectamente y no contribuir a crear alarma o pánico social cuando se dan noticias de hechos delictivos".

"Están en juego la vida y la dignidad de las personas, que no pueden convertirse en casos publicitarios, condenado a los presuntos culpables al descrédito social antes de ser juzgados o forzando a las víctimas, con fines sensacionalistas, a revivir públicamente el dolor sufrido", dice la carta respecto al papel de los medios.

El Santo Padre precisa además que no pocas veces "la delincuencia hunde sus raíces en las desigualdades económicas y sociales, en las redes de la corrupción y en el crimen organizado" y destaca que para prevenir este flagelo "no basta tener leyes justas es necesario construir personas responsables y capaces de ponerlas en práctica".

El papa hace votos en su misiva para que se den los pasos necesarios "para que el perdón no se quede únicamente en la
esfera privada, sino que alcance una verdadera dimensión política e institucional y así crear unas relaciones de convivencia armoniosa"

"Cuánto bien se obtendría si hubiera un cambio de mentalidad para evitar sufrimientos inútiles, sobre todo entre los más indefensos", sostiene el papa Francisco.

El Sumo Pontífice impulsa en la carta a los juristas a que "vayan en este sentido" ya que aquí "radica la diferencia entre una sociedad incluyente y otra excluyente que no pone en el centro a la persona humana y prescinde de los restos que ya no le sirven".

"Que el Senor Jesús, que fue despojado inícuamente de todo, les conceda el Don de la sabiduría para que sus diálogos y consideraciones se vean recompensadas con el acierto", concluye la carta del papa hacia los juristas.

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El Papa instó a \”no contentarse con reprimir la delincuencia\” sino ayudar a \”recapacitar\”

La carta, fechada en el Vaticano el 30 de mayo pasado, asegura que "el Señor ha ido enseñando que hay una asimetría necesaria entre el delito y la pena, que un ojo o un diente roto no se remedia rompiendo otro" y que se trata de "hacer Justicia a la víctima, no de ajusticiar al agresor".

En este sentido, la misiva firmada por el papa Francisco, plantea que "sería un error identificar la reparación sólo con el castigo, confundir la Justicia con la venganza, lo que sólo contribuiría a incrementar la violencia, aunque esté institucionalizada".

"La experiencia nos dice que el aumento o endurecimiento de las penas con frecuencia no resuelve los problemas sociales, ni logra disminuir los índices de delincuencia", sostiene el texto y agrega: "Cuántas ocasiones se ha visto al reo expiar su pena  objetivamente, cumpliéndola, pero sin cambiar interiormente ni restablecerse de las heridas del corazón".

La carta detalla también que de los medios de comunicación "depende informar rectamente y no contribuir a crear alarma o pánico social cuando se dan noticias de hechos delictivos".

"Están en juego la vida y la dignidad de las personas, que no pueden convertirse en casos publicitarios, condenado a los presuntos culpables al descrédito social antes de ser juzgados o forzando a las víctimas, con fines sensacionalistas, a revivir públicamente el dolor sufrido", dice la carta respecto al papel de los medios.

El Santo Padre precisa además que no pocas veces "la delincuencia hunde sus raíces en las desigualdades económicas y sociales, en las redes de la corrupción y en el crimen organizado" y destaca que para prevenir este flagelo "no basta tener leyes justas es necesario construir personas responsables y capaces de ponerlas en práctica".

El papa hace votos en su misiva para que se den los pasos necesarios "para que el perdón no se quede únicamente en la
esfera privada, sino que alcance una verdadera dimensión política e institucional y así crear unas relaciones de convivencia armoniosa"

"Cuánto bien se obtendría si hubiera un cambio de mentalidad para evitar sufrimientos inútiles, sobre todo entre los más indefensos", sostiene el papa Francisco.

El Sumo Pontífice impulsa en la carta a los juristas a que "vayan en este sentido" ya que aquí "radica la diferencia entre una sociedad incluyente y otra excluyente que no pone en el centro a la persona humana y prescinde de los restos que ya no le sirven".

"Que el Senor Jesús, que fue despojado inícuamente de todo, les conceda el Don de la sabiduría para que sus diálogos y consideraciones se vean recompensadas con el acierto", concluye la carta del papa hacia los juristas.

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