"Cada día debemos recordar esta injusticia: en un mundo rico en recursos alimentarios, también gracias a los enormes progresos tecnológicos, demasiados son quienes no tienen lo necesario para sobrevivir", apuntó.
"Y esto no sólo se produce en los países pobres, sino cada vez más en las sociedades ricas y desarrolladas", añadió en declaraciones que reprodujo la agencia EFE.
El líder de la Iglesia Católica analizó que este fenómeno se ve ahora agravado por "el aumento de los flujos migratorios, que llevan a Europa a miles de prófugos que huyen de sus países y que necesitan de todo", en referencia a la crisis de los refugiados.
Ante esta situación el Papa instó a "hacer algo humilde y que tiene la fuerza de un milagro: educarnos en la humanidad, reconocer la humanidad presente en cada persona".
En este sentido alentó a seguir con su labor a los miembros del Banco Alimentare, una organización italiana que se ocupa de recoger productos y excedentes alimentarios para hacérselos llegar a las personas más necesitadas.
"Continúen con confianza esta obra, aplicando la cultura del encuentro y de la generosidad. Sí, su contribución puede parecer una gota de agua en el mar, pero en realidad es preciosa", manifestó.
"No olviden que son personas y no números, cada uno con su carga de dolor que a veces parece imposible de soportar", concluyó.