Francisco está en Panamá para participar de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ). La crisis en Venezuela recrudeció mientras el Papa volaba desde Roma hacia ese país centroamericano, cuando el titular de la Asamblea Legislativa venezolana, Juan Guaidó, se autoproclamó "presidente encargado" y rápidamente fue reconocido por Donald Trump y por los presidentes de la región alienados con Estados Unidos, entre ellos Mauricio Macri.
En sus primeros discursos en Panamá, este jueves, Francisco no hizo mención a la crisis venezolana, aunque es un tema al que siempre le ha prestado atención. Por caso, en diciembre pasado, en la misa del Urbi et Orbi, Francisco deseó que Venezuela pudiese encontrar "concordia" y que su sociedad trabajara "fraternalmente por el desarrollo del país, ayudando a los sectores más débiles de la población". Y a finales de 2016 envió un emisario al país petrolero para acompañar un diálogo entre gobierno y oposición, que fracasó entre acusaciones de incumplimiento de acuerdos.
La referencia a Venezuela llegó a través de un comunicado firmado por Gisotti. Además de señalar que el Papa "reza por las víctimas y por todos los Venezolanos", el texto añade que "la Santa Sede apoya todos los esfuerzos que permitan ahorrar ulterior sufrimiento a la población".
