El pan también se va para arriba

En un comercio dedicado a la venta de harina al por mayor (a restaurantes, panaderías, comedores, etc.) y menor (a quienes elaboran en sus hogares) ubicado en calle Urdinarrain aumenta casi todas las semanas. Una bolsa de harina 000, las más barata, cuesta $ 3.420. Y la bolsa de harina 0000 vale $ 4.760. “La semana pasada aumentó a principio de semana y de nuevo casi a fin de la semana”, dijo la vendedora. Las causas las desconocía. “Eso lo maneja el deposito, la distribuidora. A nosotros nos pasan los precios y nada más. No tengo ni idea”, explicó.

El encargado de la panadería de Roque Sáenz Peña puntualizó que, desde que comenzó la guerra entre Ucrania y Rusia -justamente los dos países que son los mayores proveedores de trigo a nivel mundial- hizo que el precio del trigo a nivel internacional se dispare. Además, la sequía registrada este verano también afectó fuertemente la producción de trigo en las últimas dos cosechas. “Eso hace que haya menos trigo y lo poco que hay se importa. Eso hace que la harina suba”, indicó. Todo eso se suma al movimiento del dólar y al nivel inflacionario.

No solo subió la harina. un cajón de huevos (12 maples) cuesta $ 14.000. “Hace un mes estaba $ 7.000”, recordó Valentín. Y puntualizó que la mayoría de los productos que se elaboran llevan ese insumo como las facturas, los budines, los bizcochuelos, los merengues. “La mitad de lo que hacemos es con huevo”, dijo Valentín.

El pan en la panadería es como “el cigarrillo o el alfajor de los kioscos”. Es un insumo básico, el de mayor demanda. Pero los restantes productos, como las facturas o los bizcochos, también subieron por la suba de las materias primas. “Los productos Premium como los budines y las facturas son lo primero que se deja de vender”, remarcó. “Impacta más el pan porque es el producto que más se vende y lo que tratamos de subir último siempre los panaderos”, dijo.

Valentín sostuvo que los clientes siguen comprando, pero cambia la modalidad. Ya no piden un kilo o medio kilo. Compra de acuerdo al dinero disponible.  “Compran $ 400. Sube el pan y siguen comprando lo mismo en plata. O sea que compran en kilos. Eso hace que las ventas comiencen a disminuir. Se mantienen en plata pero baja a nivel producción”, dijo. “Eso genera una capacidad ociosa. Tenés personal sin tarea para que haga y demás”, indicó.

Más adelante, dijo que no puede saber a ciencia cierta cuanto tiempo va a permanecer el pan en ese precio. “Es como que me preguntes los números del Quini (6). Si supiera le juego y no trabajo más. Es impredecible. Hay muchos molinos con las ventas suspendidas. Ayer me avisaron de un aumento de un 10 % de nuevo en la haría, pero no se va a traducir en el kilo de pan porque más de lo que lo estamos vendiendo no lo podemos subir porque la realidad es que uno pone los precios de acuerdo a lo que esté dispuesto a pagar. Y ya están saturado los precios a este momento”, remarcó.

Fuera de los bulevares, Valentín sostuvo que Concordia tiene más de 250 panaderías clandestinas. “Es una de las ciudades con mayor cantidad de panaderías clandestinas en la provincia lo que hace que haya un mercado muy irregular. Hay gente con panaderías en los garajes de las casas sin ningún tipo de control y sin cumplir ningún control bromatológico, de seguridad laboral, de higiene y sin pagar ningún tipo de impuestos de ninguna índole. Eso hace que haya una competencia desleal donde los clientes pueden encontrar a, prácticamente, la mitad de precio que las panaderías en regla.

En otra panadería, ubicada en Rawson y Sarmiento, el kilo de pan vale $ 440. Hace dos semanas valía $ 380. Un 15 % de incremento. Una de las empleadas explicó que la causa de la suba fue el incremento de la harina. “La gente compra. Algunos compran como antes, otros compran menos”, acotó.

Hugo es el responsable de una panadería ubicada en La Rioja y 1° de Mayo, recordó que hace 21 años, pos crisis 2001, que abrieron sus puertas en otro local, en mayo de 2002.  Y explicó que hace los sábados recibe la bolsa de harina y hace cuatro fines de semana que viene registrando aumentos sucesivos. Hace un mes la bolsa de 25 kilos de harina valía $ 2.800. Hoy ya le avisaron que el sábado llegará a $ 3.650. Una suba del 28,5 %. El propietario del comercio remarcó que el trigo es un comoditie y que se maneja de acuerdo al precio del dólar blue. Por ende, sostuvo que el gobierno no lo puede frenar “por impericia”.

Pero, además, recalcó que el pan está compuesto de harina en un 30 %. El resto son insumos que también vienen sufriendo incrementos. Por ejemplo, el bolsón de azúcar de 10 kilos valía $ 3.900 la semana pasada y el último le costó $ 4.500. El maple de huevos ya cuesta $ 1,300. Y en los restantes ingredientes como grasa, levadura y dulces la suba es de un 25 %.

En la panadería de Hugo, el kilo de pan cuesta $ 580.  Según explicó no hay forma de ponerlo más bajo en un comercio que tiene todo en regla, incluyendo el aspecto laboral del personal. Cuando llegan los insumos con aumento, no puede trasladarlo en forma automática ya que es consciente de que la gente tiene consciencia de precios de productos elementales para la mesa como el pan o la leche. No obstante, advirtió que hay panaderías que venden por debajo de los $ 300 pero le añaden bromato de potasio, un producto que está prohibido.

Por último, Hugo sostuvo que encuentra resignación en la gente. Y muchas veces llegan quienes piden $ 200 de bizcocho.  “Que no te puedas dar un gusto de comer un poco de bizcochos en este país sería el colmo”, reflexionó. Sin embargo, la crisis llegó y hay quienes llegan a pedir $ 100 de bizcocho lo que genera pudor en Hugo.

 

Informe: Guillermo Coduri

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