El «Pacificador» menos pensado

Momentos tensos y patéticos se vivieron en la jornada de ayer en la localidad de Santa Elena, departamento de La Paz, cuando un centenar de productores, que integran distintas entidades agrarias, en mayor medida la Sociedad Rural, marcharon hasta el campo “Estancia Casa Nueva”, ubicada en el paraje El Quebracho de esa localidad. 

Secundado por otros manifestantes “defensores de la propiedad privada” y con custodia de la policía entrerriana, el empresario productor concordiense, Héctor Daniel D’ Ambros se acercó hasta la tranquera de la “Estancia Nueva Casa” para ofrecerle a los integrantes del proyecto Artigas que abandonaran el campo a cambio de garantizarles un “Salvoconducto para tratar de salir de la provincia sin ningún problema”. Señaló que él ya había hablado con la policía y los manifestantes rurales para hacer posible el ofrecimiento de una salida pacífica, no sin aclarar que  “yo puedo estar muy tranquilo, pero no todos están tranquilos.”  

Queriendo hacer entrar a los demás en sus razones, D’ambros dijo que acá había una situación irregular porque los dueños del campo estaban afuera. Acto seguido, los integrantes del movimiento social fueron en busca de la única hermana mujer de la familia Etchevehere, diciendo: “La dueña está acá. Si nos espera dos minutos, la llamamos para que venga”.

Pero D’Ambros, no conforme con intimidar a las personas que lo recibieron en la tranquera, intentó el mismo método de persuasión intimidatoria contra la señora Dolores Etchevehere, diciendole “Nosotros lo que venimos a decirle, de buena manera, es que tratemos de arreglar esto de una forma pacífica y de la mejor manera posible….”  a lo que Dolores lo interrumpió preguntándole “¿Usted me está amenazando? ¿Cuál es la otra manera que no sea pacífica? …. Miren señores, yo hablo con el expediente. Nos encontramos en tribunales.” 

Hector Daniel D’Ambros es un empresario forestal y fundador de la apícola Danangie. Fue miembro de Prefectura durante los años de la Dictadura militar entre los años 1977 y 1987, aproximadamente.

D’Ambros también jugó un papel a favor de los sediciosos en el levantamiento policial de 2013, que terminó en saqueos y un saldo de 3 muertes en la ciudad de Concordia. En su declaración ante la fiscalía, como testigo de los hechos durante esos días trágicos, relató que “Yo en realidad no vi golpes, ni una Comisaría tomada como conozco que podría ser. Uno podía entrar y salir. De hecho yo lo hice 3 veces. No era como que la Comisaría estaba tomada”.

Ex militante bustista (¿?), hoy devenido en PRO y manifiesto anti cuarentena, fue en 2015 candidato a senador departamental de Concordia por la lista Unión Popular-Frente Renovador. Su salto a Cambiemos llegaría más adelante, con el macrismo en el poder nacional.

A principios de 2020 tuvo notoriedad al prepotear, arrinconar e insultar, junto a otros simpatizantes de Cambiemos, a las concejalas del PJ, Claudia Villalba y Lía Solis, luego de una sesión acalorada en el recinto.

También, durante este año, le encontraron dentro de uno de sus campos, a la vera de la Autovía internacional Artigas, un paso clandestino para que ingresaran autos y camiones provenientes de lugares de transmisión comunitaria del virus Covid-19, para que pudieran así eludir los controles sanitarios emplazados en los accesos habilitados para el ingreso a Concordia, días en que la ciudad todavía mantenía un nivel muy bajo de contagios gracias al trabajo de autoridades, funcionarios, personal de salud y el enorme sacrificio de muchos trabajadores y comerciantes locales que, a diferencia de este empresario D’Ambros, no tienen fortunas sino que viven de la diaria para subsistir.

Entradas relacionadas