Aguer pontificó la falta de “consideración moral” para hablar de “diversos tipos de familia”, una “funesta” consecuencia de la ley que permitió el casamiento entre personas del mismo sexo que “alteró la esencia del matrimonio”, dijo; al tiempo que también fustigó que se fomente la masturbación como “algo absolutamente normal” y “las tempranas experiencias sexuales de los jóvenes”.
No es la primera vez que Aguer cuestiona la educación pública. En febrero, había advertido “sesgo ideológico” en contenidos curriculares de áreas como educación sexual o construcción de la ciudadanía.
El contenido de la revista ya había horrorizado al reciente plenario de la Conferencia Episcopal Argentina, tras escuchar el informe de Inés Franck, reconocida experta en bioética de la Universidad Católica Argentina y militante antiaborto y contra el matrimonio igualitario.
“Los autores de la revista –había concluido Franck– insisten repetidas veces en que el preservativo es el único medio de prevenir las enfermedades de transmisión sexual y los embarazos no deseados, sin siquiera sugerir la posibilidad de la abstinencia y las relaciones sexuales en el marco de un matrimonio fiel y estable. Todos sabemos que el método más eficaz para evitar las consecuencias de una sexualidad precoz o desordenada es, precisamente, abstenerse de practicarla. Así nos evitaremos muchos y variados problemas y, sobre todo, se los evitarán nuestros jóvenes. Antes que inculcar ideologías controvertidas, es función de la educación sexual ayudar a las personas a abrir los ojos a los datos más básicos de la realidad.”
Fuente: Tiempo Argentino