La constitución de Entre Ríos establece en sus artículos 64 inciso 2 y 135 incisos 17 y 154 que el Fiscal General es uno solo. Ahora en la provincia tenemos dos personas en el mismo cargo, solo que uno de ellos ejerce el cargo en plenitud, o sea, Morales, la fiscal, Gambino seguirá cobrando su abultado sueldo pero con funciones acotadísimas.
Aunque ahora una cuestión tan poco filosófica como el dinero los tiene enemistados, podría decirse que el STJ, colaboró con el sigilo : en un acuerdo del 10 de febrero se resolvió que Morales «no necesitaba jurar» ya que simplemente se lo reintegraba al cargo. Sin embargo el Presidente del cuerpo Daniel Carubia dispuso por su cuenta y en forma subrepticia tomar juramento a Morales lo que se hizo el 13 de febrero. Es práctica común cuando se recibe juramento a un magistrado ¡nada menos que el Fiscal General de la Provincia!, se haga en un acto solemne con presencia del periodismo, el público, los familiares. En este caso nadie, ni dentro ni fuera de Tribunales se enteró: el acta la firman el Presidente y los Vocales Miguel Carlín ; Carlomagno y Juan Carlos «Chalo» Ardoy.
Ardoy fue nombrado en el gobierno de Montiel, sin embargo responde a la nueva conducción desde que le nombraron a su esposa en una secretaría de Tribunales y a su hija en el Tribunal Electoral en un canje con el hijo de Carlomagno.
En la reunión de acuerdo del día martes 16 el Vocal Salduna, en su alegato señaló todas las irregularidades cometidas, puso el acento en cómo se va a recibir juramento e incorporar al cargo a una persona que no ha sido nombrada en la forma que prescriben la Constitución y la Ley. Por mayoría de todos los presentes se negaron siquiera a discutir el tema.
DIARIOJUNIO entregará en sucesivas notas más datos sobre este verdadero escándalo hasta ahora oculto y por tanto desconocido por la opinión pública.