El mural de Concordia Norte aún no fue inaugurado pero ya propusieron demolerlo

El edil dijo que la construcción es “ilegal” porque el Ejecutivo hizo caso omiso del dictamen de la Comisión Permanente para la Evaluación e Implementación de Proyectos de Emplazamiento de Obras de Arte y Monumentos. Wdowiak es integrante de la misma, y hay miembros del Ejecutivo, del Concejo Deliberante, de la Consejo Asesor de Protección del Patrimonio, etc. “En su momento, cuando se nos elevó el proyecto que preveía el traslado del mural sobre la historia de Concordia a la Plazoleta, dictaminamos en forma negativa”, recordó.
Uno de los argumentos esgrimidos es que el autor de la obra podría presentar algún tipo de recurso judicial porque diseñó el mural previendo que su instalación sería en la pared medianera del Teatro Auditórium que linda con calle 1º de Mayo. “No la hizo para que esté en Concordia Norte. En ese caso, probablemente la concepción del artista habría sido otra”, señaló.
Pero el alegato más importante es que se convierte en una barrera urbanística. “Es un obstáculo a la visión de quienes se van acercando a la ex- estación, y le quita toda amplitud y libertad que había en ese sector”, indicó. De ahora en más, la plazoleta “Las Américas” quedará enclavada entre dos medianeras: el Monumento a los Hombres y Mujeres del Siglo XX y el mencionado mural.
Y no dejó de lado la cuestión económica. Un dato a tener en cuenta es que la obra costaría $ 160.000. “Nosotros entendimos que los costos eran elevadísimos, y creímos que con las necesidades que hay en Concordia, tanto en infraestructura como de otra naturaleza, no correspondía hacer una inversión de ese tipo”, señaló.
La diversidad de usos que se le han dado a las 16 has. desde que se privatizó el ferrocarril es un factor clave para que la ex-estación sea varias cosas y ninguna al mismo tiempo. Sin ir más lejos, Wdowiak señaló que es “un espacio verde; un pulmón con distintos paseos. Puede ser un corsódromo, playa de estacionamiento y museo”. Pero en la actualidad, existe un proyecto -elaborado por un estudio de arquitectura que ganó un concurso- para construir en ese lugar una estación ferroautomotor (ómnibus y trenes).
El edil supuso que el proyecto va a contar con la aceptación de sus pares porque “acá lo que debe primar es la legalidad y el sentido común. Basta pasar por el lugar para darse cuenta que es un mamarracho”.

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