El municipio recibió 600 unidades para el control y detección de tóxicos en saliva

El dispositivo consiste en una lengüeta que se apoya sobre la lengua o la mejilla, se absorbe la saliva y luego de tres minutos se obtiene el resultado de lo que se haya consumido en las últimas 24 horas y en no menos de los últimos 20 minutos.
Desde la Selca se expresó que Cada municipio va a tener 600 dispositivos por mes y 1.000 cada puesto caminero de la policía. Con ellos se adjuntará un programa de cómo se lleva adelante el test y las planillas para cargar el uso de los kits y los resultados respectivos.
Será la policía la encargada de hacer el test. En los casos de los puestos camineros estará a cargo de personal médico, bioquímicos o enfermeros y en el caso de los municipios, de la policía de tránsito municipal.
El intendente, Hugo Marsó, junto al secretario de Gobierno, Pablo Trevisan, y el jefe de Inspección, Sergio Mezquita, presentaron los dispositivos y explicaron que la Fuerza Policial será la encargada de la utilización de los mismos, en tareas conjuntas que se llevan acabo con agentes comunales en diferentes controles que se llevan adelante,
Según detalló Elizalde, el programa nació a raíz de la influencia que tienen las drogas psicoactivas en la calidad de conducción. «Lo primero que hicimos en Entre Ríos fue un estudio estadístico y epidemiológico sobre sustancias que se consumen, además del alcohol, tabaco y medicaciones recetadas», y de este modo se pudo conocer que «tenemos en tercer lugar marihuana y en quinto lugar cocaína», por lo que se comenzó a pensar en qué diseño de control se podía desarrollar para disminuir la accidentología vial en la provincia.
En este contexto, las dosis para la realización de controles se utilizarán y complementaran las tareas de prevención con alcoholímetros que lleva adelante personal de Inspección Municipal.
Elizalde recreó la instancia del procedimiento. «Se le pide al conductor que presente la documentación del vehículo y la personal que lo autoriza a conducir», explicó. Se le hace el test de alcoholemia y luego el de drogas.
Señaló que pueden presentarse tres situaciones. «La primera, es que la persona se niegue a hacerlo, lo cual está dentro de sus derechos». En ese caso, «tiene que saber que si se niega al accionar de las fuerzas de seguridad, está contraviniendo la ley y esto es pasible de sanción». Eso «no da suposición de positividad del test pero lo que indica es la negativa a la fuerza de seguridad de realizarlo».
Una segunda situación que se puede presentar es que «el test le de negativo, en cuyo caso no hay ningún inconveniente». En este caso, si el conductor tiene todos sus papeles en regla, y los tests de alcoholemia y drogas le dan negativos, «se lo invita a que piense en una actitud solidaria frente a la donación de sangre».
Por último, si el test le da positivo «se ingresan los datos de esta persona a una base de que no puede ser utilizada con un fin judicial porque es una iniciativa preventiva y educativa. Incluso el dispositivo que vamos a usar tiene una leyenda en el envase que indica que es de uso forense exclusivo, es decir que no puede utilizarse para diagnóstico, tratamiento o seguimiento de una determinada enfermedad que en este caso sería la adicción».
Luego acotó que el dispositivo quedará en poder del conductor «sea cual sea el resultado» y que se lo invitará a que «realice una capacitación en sede del municipio o en la Secretaría para explicarles cuál es el riesgo de utilizar una sustancia psicoactiva y de qué manera un tercero puede quedar lesionado por una conducta individual».
Los municipios participantes en este primera etapa son Gualeguaychú, Colón, Concepción del Uruguay, Concordia, Chajarí, La Paz, Paraná, Diamante, Victoria y, en Paraná Campaña, Crespo, Ramírez, Cerrito, Hernandarias y Viale.

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