En un operativo conjunto, coordinado por las Secretarías de Medio Ambiente y la Secretaría de Salud de la Municipalidad de Concordia y la dirección de Epidemiología de la provincia de Entre Ríos, se realizarán en la ciudad distintos abordajes en territorio a fin de ofrecer diagnósticos y capacitaciones a los vecinos en detección de sintomatología de la leishmaniasis, enfermedad mortal que afecta a los perros.
Para planificar las acciones, se reunieron los Secretarios de las áreas responsables, Mario Imaz y Belen Esteves, con Silvina Saavedra, directora de Epidemiología de Entre Ríos, junto al personal veterinario de los equipos abocados a las tareas en territorio. También participó de la reunión personal del SENASA.
El objetivo central de las acciones es analizar las condiciones ambientales en distintos barrios de la ciudad para elaborar diagnósticos efectivos y poder detectar a tiempo síntomas que puedan indicar la aparición de la enfermedad. En algunos casos, la enfermedad es asintomática en el perro, y por eso se busca también capacitar a los vecinos sobre las condiciones ambientales óptimas para prevenir el ingreso del virus.
Si bien en nuestra ciudad la enfermedad aún no ha generado indicadores alarmantes, es importante la tarea de prevención debido a la cercanía geográfica con provincias como Corrientes o Misiones, que sí registran un alto índice de leishmaniasis en sus canes.
Las acciones consisten en toma de muestras, entrega de antiparasitarios, vacunación antirrábica, entrega de folletos, junto a un censo cerológico canino, brindando además información a la población sobre la problemática.
Según explicó la directora de Epidemiología de la provincia, “la leishmaniasis es una enfermedad que en humanos afecta principalmente a los niños y no siempre el tratamiento resulta efectivo, por eso es fundamental la concientización y prevención”.
Entre las acciones recomendadas para prevenirla se encuentran la tenencia responsable del animal. Otra de las recomendaciones es asegurarse del origen de los perros al adoptarlos, especialmente si tienen como origen los criaderos, debido a que generalmente ingresan a la ciudad animales oriundos de la zona “caliente”, como se conoce comúnmente al noreste del país en donde más rápido se ha propagado el virus.
