“Es un proyecto faraónico pero con algunos aportes estaríamos comenzado los trabajos cuando finalice esta gestión”, agregó el titular de Servicios Públicos, quien lanzó una cifra estimativa del costo del proyecto, que ronda entre los dos o tres millones de pesos. La idea viene de la gestión anterior de Cresto. El municipio elevó los proyectos a la Nación y a la Provincia, y la semana próxima arribarán funcionarios para evaluar la implementación del sistema.
Carmona aseguró que el proyecto contempla una “gestión integral” del Abasto. Incluye una planta de recuperación del material para que la industria reutilice la materia prima reciclada, un relleno sanitario de residuos sólidos urbanos, un área de compostaje de lombricompuestos, un biodigestor y un área de residuos peligrosos.
“Biodigestor es generar gas a partir de la basura, lo que se ingiere es materia orgánica. Lombricompuesto es donde se hace abono natural para utilizarlo en nuestras plazas, en las huertas familiares, en la citricultura, en producciones de granjas y demás”, explicó Carmona. Luego aseguró que lo que se planea llevar adelante en el Campo del Abasto es la tendencia actual en la Argentina.
“Se está trabajando con la UTN con un proyecto para utilizar escombros inertes que provienen de la demolición de la construcción”, añadió. Dentro del proyecto se incluyeron estudios eco-tóxicos para saber en que situación ambienta se encuentra el basural. Y además se incluyó una etapa de educación hacia la población para que clasifique a los residuos en sus hogares.
¿Cómo está el Campo del Abasto? “En este momento es un vuelco a cielo abierto controlado. Hay un promedio de 80 a 100 tn por día”, indicó Carmona. Martínez la corrigió y añadió que la semana pasada, debido a un convenio firmado con Masisa, el vuelco llegó a un pico de 220, 230 tn diarias.
El encargado de Servicios Públicos añadió que un estudio realizado en el lugar arrojó que, a este ritmo, el Campo se saturará de basura dentro de 10 años. «Viene maquinaria nueva al Campo, lo que significa que podemos ir haciendo cavas, junto a los tratamientos que los técnicos están haciendo tenemos para 10 o 15 años más”, explicó.
Martínez calificó al basural como “tierra de nadie” al momento de asumir. “Antes solo había lugares para tirar la basura. Ahora tenemos una parte administrativa en la cual toda la gente que va tiene sus lugares donde desparramar la basura”, señaló.
Carmona puntualizó que la ciudad es cabecera de una micro-región para el estudio de la basura, y que arriesgó que el proyecto está muy pronto a salir. Por otra parte, subrayó que los industriales o particulares que depositan residuos en el predio está pagando un canon establecido en la ordenanza tributaria. “Nunca se aplicaba y ahora se ha empezado a aplicar”, dijo.
