EL MUNDO ANALIZA : ‘Una remontada electoral inesperada mantiene con vida al peronismo pese al triunfo opositor’, título de El País de España

La novedad de una jornada atípica -donde no se cumplieron las reglas no escritas que ordenan discursos, declaraciones y festejos- fue que el presidente Alberto Fernández utilizó la noche para hacer anuncios oficiales en un mensaje grabado desde la residencia oficial de Olivos. En ningún momento se refirió a los resultados en las urnas. Con tono solemne, dijo que llamaría a un diálogo responsable con la oposición. Y, para sorpresa de todos, anunció que en diciembre enviará al Congreso “un proyecto de ley que explicite el programa económico plurianual para el desarrollo sustentable”, una proyección de mediano plazo que reclamaban tanto los inversores como el FMI. Semejante plan necesita del apoyo opositor, porque excede los dos años que le quedan de mandato a la actual Administración. ”Contemplará los mejores entendimientos que nuestro Gobierno haya alcanzado con el staff del FMI en las negociaciones que lidera nuestro ministro de Economía, Martín Guzmán, sin renunciar a los principios de crecimiento económico e inclusión social”, dijo. La vicepresidenta, Cristina Fernández de Kirchner, ya había anticipado que no iría al centro de campaña que el Frente de Todos armó en el Chacarita, un barrio de clase media de Buenos Aires. Dijo que los médicos le habían recomendado reposo tras la operación a la que se sometió hace 10 días.

La fiesta llegó más tarde. Los candidatos peronistas estaban eufóricos. “Empieza la segunda etapa de este Gobierno”, gritó el candidato a diputado en la capital, Leandro Santoro, como si hubiese ganado la elección, pese a haber quedado a más de 23 puntos de distancia de la opositora María Eugenia Vidal en su distrito. El gobernador de la provincia, Axel Kicillof, celebró también lo que consideró un triunfo en la derrota.

Los resultados oficiales dieron al frente opositor Juntos por el Cambio la victoria en 13 de los 24 distritos del país en la elección para diputados, contra nueve del peronismo y dos triunfos de fuerzas locales. Fue clave en la remontada del Frente de Todos peronista el resultado en la provincia de Buenos Aires, donde la diferencia en contra se redujo de más de cuatro puntos a menos de dos. El cómputo en todo el país dejó finalmente al oficialismo con 118 diputados, dos menos de los que tenía, contra 116 de Juntos por el Cambio (sumó uno). Más complicado lo tendrá en la Cámara alta. Sus senadores pasaron de 41 a 35, a dos de la mitad más uno del total. Con esos números, ya no podrá imponer por sí solo el debate de proyectos de ley, como hizo hasta ahora. Es una mala noticia para Cristina Fernández de Kirchner, que controlaba a gusto la agenda legislativa en el Senado, que preside por mandato constitucional.

Si el peronismo aún respira, la oposición tuvo mucho más para festejar. La suma de todos los votos nacionales le dieron casi nueve puntos de ventaja sobre el peronismo, una cifra que, de mantenerse, le abre las puertas a la presidencia en 2023. Encumbra también a figuras que resultaron muy golpeadas en las generales de 2019, como la exgobernadora de la provincia de Buenos Aires, María Eugenia Vidal. Como candidata a diputada por la ciudad de Buenos Aires, Vidal sumó el 47% de los votos. Si no alcanzó el 50% fue por los votos que perdió a manos del ultraderechista Javier Milei, una figura que irrumpió en el escenario político de la capital con el 17%.

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