Cabrera sostuvo que “la nueva derecha” muestra que está decidida a “impedir que parte de las extraordinarias ganancias que tiene el agro puedan destinarse a enfrentar la pobreza y la marginación que aún afectan a millones de compatriotas”.
Sostuvo que no los moviliza la injusticia social ni la defensa del sistema democrático. “Protestan y amenazan porque no están dispuestos a ceder una porción de sus rentas en favor de quienes menos tienen. Si prevalecieran triunfarían el egoísmo, la concentración económica, la desigualdad; sería el triunfo de quienes sólo respetan al Estado si éste se pone a disposición de sus negocios”, explicó.
Si bien el MTL no forma parte del gobierno nacional ni tampoco del PJ, está comprometido con la actual etapa histórica de cambios en el país y en la región. Por lo tanto, acuden a la convocatoria para sostener una postura favorable a una “mayor y mejor distribución de la riqueza, en favor de la democracia, del respeto a las instituciones y a la voluntad de los representantes del pueblo”.
Los integrantes del MTL -miembros de distintos partidos políticos, organizaciones sindicales, movimientos sociales, docentes, estudiantes, periodistas, del movimiento cooperativo- señalan que “es intolerable que existan altos niveles de hambre y exclusión en uno de los mayores productores de alimentos del mundo y en medio de una gran concentración de la riqueza”.
El apoyo del MTL no deja de lado las críticas porque objetan, entre otras cosas, “el no reconocimiento de la CTA, la destrucción del INDEC y el proyecto de construcción del tren bala”. No obstante, señalan que “la restauración conservadora no apunta contra esas deudas sino a retrotraer los pasos que sí se dieron en estos años: la recuperación institucional tras la crisis 2001-2002, el saneamiento de la Corte Suprema, el juicio a los responsables del Estado terrorista, la caída en los niveles de desocupación, pobreza e indigencia”.
Además, cuestionaron a los dirigentes ruralistas porque “anticipan su rechazo a toda decisión del Congreso que no satisfaga sus ambiciones económicas”. Entienden que se trata de “un intento de desestabilización que desmiente el falso espíritu pacifico y patriótico con que intentan encubrir sus objetivos”.