Según su abogado, Navone iba a declarar que su intervención en los hechos de 1978 “fue nimia”, limitada a recibir a la detenida desaparecida Raquel Negro para dar a luz a los niños cuyo destino todavía se desconoce.
Junto al cuerpo de Navone, la Policía Judicial de Córdoba encontró una carta que, según Martínez, estaba dirigida a su familia. El contenido de ese texto aún se desconoce, mientras también se esperan los resultados de la autopsia y el dermotest, la pericia para corroborar si fue él mismo quien se disparó con la pistola 9 milímetros hallada junto al cadáver.
Aunque la defensa y la Policía de Córdoba sostienen que fue un suicidio, la confirmación de la predisposición a declarar también despierta las sospechas de un asesinato. Si Navone confirmaba el nacimiento clandestino de los hijos mellizos de Raquel Negro y Tulio Tucho Valenzuela, también podía implicar a otros represores en el funcionamiento de una maternidad ilegal en el hospital Militar de Avenida Ejército.
De ahí surge el paralelismo con el caso del marino Héctor Febres, muerto durante su detención a causa de la ingesta de una pastilla de cianuro. Febres era clave en la causa ESMA, y Navone era clave en la causa Hospital Militar.
“Iba a declarar”
En diálogo con Uno, Justiniano Martínez señaló: “Estamos persuadidos de que se trata de suicidio. Hay una carta dirigida a la familia, pero yo no la he visto”.
“Yo era muy optimista por los resultados de la causa; pero a este hombre la cuestión de estar sometido al proceso lo afectó”, sostuvo el letrado. “Él tenía un problema de diabetes, que fue lo que motivó que se pospusiera su manifestación. El sábado, cuando estaba conmigo preparando la declaración, tuvo una descompensación y fue al médico y le recetó 48 horas de reposo”, relató.
A pesar de esa prescripción médica, el lunes, el mismo día que debía declarar en Paraná, Navone salió a caminar por los alrededores de su casa en las sierras de Córdoba, como lo hacía habitualmente de madrugada. A las 8 fue encontrado su cadáver con un disparo en la sien, en el predio del hotel Parque de la Fuerza Aérea.
Aunque dijo estar “persuadido” de que fue un suicidio, el abogado insistió en que lo acontecido lo sorprendió. “Yo había pedido la exención de prisión. Mi experiencia de 27 años de abogado defensor me dio a entender que la jueza (Myriam Galizzi) iba a conceder el beneficio. La decisión, por eso, me sorprendió tanto”.
Martínez sostuvo que conoció a Navone recién el viernes, pero aseguró que fue mínima su participación en los delitos investigados: sustracción de menores y alteración de su identidad. “Su intervención en el alojamiento de esta mujer (por la detención ilegal de la desaparecida Raquel Negro) fue nimia, prácticamente se limitó a permitir el ingreso nomás. Esto me daba la esperanza de poder defenderlo bien. Él estaba decidido a declarar. Desde el punto de vista penal, no podía considerase una participación”, reseñó.
Hay que recordar que, cuando todavía no se sabía de la muerte del ex servicio de Inteligencia del Ejército, la audiencia de indagatoria se había postergado para el lunes 3 de marzo. Martínez también afirmó que Navone no le comentó “que estuviera amenazado”. Hasta el momento la causa está caratulada como Muerte de etiología dudosa.
Esperan datos
Marina Barbagelata, abogada querellante en la causa Hospital Militar, puso expectativa en el contenido que podría guardar la carta encontrada junto al cuerpo de Navone; aunque aclaró que tampoco sabe “el tenor” del texto.
“Verificamos que en el Juzgado ya se libró un oficio a la Fiscalía que interviene en Córdoba, para que le informe cualquier dato de interés con relación a lo que se tenga de la muerte en sí, como de cualquier elemento que pudiera estar vinculado con la causa”, relató. Dicho oficio ya fue contestado: se respondió que se enviará un informe con los datos que puedan tener conexión con la investigación por la cual Navone debía declarar.