Zaccaría regresó este lunes a la cárcel paranaense, y en este caso fue alojado en una celda especial y sus movimientos son seguidos con atención por el personal del penal, según informó Uno Digital.
Anteriormente estaba en una celda común, compartida con otros dos internos, y fue allí donde lo encontraron descompensado luego de haberse colgado de una cucheta con un cinturón que se cortó, según una de las hipótesis. Los familiares, en tanto, aseguraron que fue un intento de homicidio.
El estado de salud del procesado en la causa Hospital Militar sería todavía delicado, a juzgar por lo que demuestra dentro de la cárcel. Sin embargo, los últimos informes del médico forense de los tribunales federales indican que mejoró sustancialmente luego del ataque de hiperglucemia con posible accidente cerebro vascular por el que fue trasladado de urgencia al Hospital San Martín hace dos semanas, con signos en el cuello de un probable ahorcamiento y hematomas en las rodillas.
El forense Armando González informó días pasados que apareció una neumopatía (enfermedad del pulmón) pero que tenía “descenso de la glucemia y presión arterial a cifras normales”; además de estar “lúcido, coherente y mejor en su estado depresivo” y de alimentarse e ingerir la medicación prescripta.
Zaccaría fue jefe de terapia intensiva del Hospital Militar de Paraná durante la última dictadura. En ese servicio estuvieron internados dos bebés mellizos en 1978, hijos de la detenida-desaparecida Raquel Negro, que fueron apropiados y que hoy todavía son buscados por sus familiares y por la Justicia.